COLAPSO
La desobediencia a la Palabra de Dios, con el tiempo, termina en un colapso espantoso... Cuando un detalle de la moral es derribado, como un efecto dominó, todo terminará por desplomarse...
"...Pues sucedió que cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dioses, y su corazón no estuvo dedicado por entero al SEÑOR su Dios, como había estado el corazón de David su padre. Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas. Salomón hizo lo malo a los ojos del SEÑOR, y no siguió plenamente al SEÑOR, como le había seguido su padre David. 1 Reyes 11:4
Ahora Salomon esta endurecido al Evangelio. La Palabra de Dios no tiene ningún impacto en lo absoluto. ¡Daba lastima! Aquel rey que una vez había construido una casa para una mujer extranjera, ahora tiene un harèn. Quien había sido enseñado en la fidelidad al Dios del cielo, ahora esta adorando a los dioses de sus mujeres. ¡Para que no se enojen, pastor...! Es lo mismo que pasa en muchos cristianos de hoy. Para quedar bien con sus hijos abandonan congregaciones en donde se les puede enseñar bien la Palabra y prefieren seguirlos a lugares de entretenimiento en donde pueden vivir a sus anchas su propio evangelio. Matrimonios que transigen con el pecado con tal de quedar bien con su familia política. Mujeres que abandonan su pureza moral con tal que su esposo no las abandone y ceden a sus caprichos aberrantes en la cama... O también hombres que con tal de que su mujer no lo abandone porque no la acompaña a "su iglesia", ceden ante la presión y se inclinan a dioses extraños...
Así estaba Salomon en el ocaso de su triste vida. Quien habla construido un hermoso templo a Dios, ahora le ha construido casa a los ídolos de sus mujeres. Ya no le ora al Dios de su padre David, ahora le ora al dios Quemos, al dios del fuego, del dinero, del placer y del sexo. Aquel corazón que ardía con la pasión por el Dios del Cielo, ahora esta totalmente apagado y consagrado a adorar dioses falsos... Su camino esta a medias. Un poco para el Dios del cielo y otro poco para los dioses de sus mujeres. Un domingo a persignarse y el otro a la iglesia evangélica. Un domingo al estadio de futbol y el otro al culto. Una semana a la playa y la otra a buscar a dios... ¿qué dios? ¡vaya usted a saber!
Y... ¿eso le sucede solo a Salomon? Tristemente no. También nos puede suceder a nosotros los que creemos estar firmes. Por eso dice la Palabra que debemos cuidar mucho como andamos. Nosotros también podemos ser víctimas de la satisfacción del mundo, de los sentidos que buscan como gratificarse y darle rienda suelta a nuestras pasiones que batallan dentro de nosotros mismos.
Salomòn, en sus últimos años de vida es un buen ejemplo de lo que sucede cuando uno ha caminado bastante tiempo en el Evangelio y ya no se cuida de su conducta, de sus actos, de sus bromas y chistes. No hay nada mas peligroso y ridìculo que un cristiano entrado en años jugueteando con jóvenes, coqueteando con niñas de la congregación, haciendo bromas sin gusto y vistiendo de maneras no dignas de sus canas...
Creo que debemos observar bien como estamos actuando... No sea que también nuestro epitafio sea vergonzoso y seamos mal recordados como este hermoso y muy favorecido rey de Israel...
"...Pues sucedió que cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dioses, y su corazón no estuvo dedicado por entero al SEÑOR su Dios, como había estado el corazón de David su padre. Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas. Salomón hizo lo malo a los ojos del SEÑOR, y no siguió plenamente al SEÑOR, como le había seguido su padre David. 1 Reyes 11:4
Ahora Salomon esta endurecido al Evangelio. La Palabra de Dios no tiene ningún impacto en lo absoluto. ¡Daba lastima! Aquel rey que una vez había construido una casa para una mujer extranjera, ahora tiene un harèn. Quien había sido enseñado en la fidelidad al Dios del cielo, ahora esta adorando a los dioses de sus mujeres. ¡Para que no se enojen, pastor...! Es lo mismo que pasa en muchos cristianos de hoy. Para quedar bien con sus hijos abandonan congregaciones en donde se les puede enseñar bien la Palabra y prefieren seguirlos a lugares de entretenimiento en donde pueden vivir a sus anchas su propio evangelio. Matrimonios que transigen con el pecado con tal de quedar bien con su familia política. Mujeres que abandonan su pureza moral con tal que su esposo no las abandone y ceden a sus caprichos aberrantes en la cama... O también hombres que con tal de que su mujer no lo abandone porque no la acompaña a "su iglesia", ceden ante la presión y se inclinan a dioses extraños...
Así estaba Salomon en el ocaso de su triste vida. Quien habla construido un hermoso templo a Dios, ahora le ha construido casa a los ídolos de sus mujeres. Ya no le ora al Dios de su padre David, ahora le ora al dios Quemos, al dios del fuego, del dinero, del placer y del sexo. Aquel corazón que ardía con la pasión por el Dios del Cielo, ahora esta totalmente apagado y consagrado a adorar dioses falsos... Su camino esta a medias. Un poco para el Dios del cielo y otro poco para los dioses de sus mujeres. Un domingo a persignarse y el otro a la iglesia evangélica. Un domingo al estadio de futbol y el otro al culto. Una semana a la playa y la otra a buscar a dios... ¿qué dios? ¡vaya usted a saber!
Y... ¿eso le sucede solo a Salomon? Tristemente no. También nos puede suceder a nosotros los que creemos estar firmes. Por eso dice la Palabra que debemos cuidar mucho como andamos. Nosotros también podemos ser víctimas de la satisfacción del mundo, de los sentidos que buscan como gratificarse y darle rienda suelta a nuestras pasiones que batallan dentro de nosotros mismos.
Salomòn, en sus últimos años de vida es un buen ejemplo de lo que sucede cuando uno ha caminado bastante tiempo en el Evangelio y ya no se cuida de su conducta, de sus actos, de sus bromas y chistes. No hay nada mas peligroso y ridìculo que un cristiano entrado en años jugueteando con jóvenes, coqueteando con niñas de la congregación, haciendo bromas sin gusto y vistiendo de maneras no dignas de sus canas...
Creo que debemos observar bien como estamos actuando... No sea que también nuestro epitafio sea vergonzoso y seamos mal recordados como este hermoso y muy favorecido rey de Israel...
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