ANTES Y DESPUES


Las funciones tradicionales del hombre ya no son suficientes para hacer feliz a su pareja.  Las mujeres quieren compañerismo y atenciones para poder ser felices. Yo nunca recuerdo a mi papà que llevara muchas veces a mi mamà a comer fuera. Había diez bocas que alimentar y el dinero tenìa que abundar para todos. Mi papà hizo a mi mamà muy feliz solo por medio de asegurarse que la familia tuviera ropa, agua corriente y cosas como estas...

Pero las cosas han cambiado. ¿Que es lo que los hombres pueden hacer para que las mujeres se sientan felices hoy en día? Ese es el reto. Muchos hombres de hoy se preguntan: ¿"Què quieren las mujeres?" En el pasado ellos le decían a la esposa: "Mujer, ¿qué mas quieres de mì? Te estoy dando un techo donde vivir y bastante comida para ti y tus hijos". ¿Recuerda usted esos días? Pues esos días ya pasaron...

El hombre de las cavernas se exponía a la muerte cuando salìa a cazar para llevar carne a su casa. Se exponía a morir en un bosque lleno de animales salvajes cuando salìa a buscar leña para mantener el fuego encendido de su casa. Se exponía a ser muerto por los salvajes que buscaban quitarle sus propiedades y sus rebaños que le proveìan leche y pieles para cubrirse. No tenía tiempo para ver otras mujeres. No tenía tiempo ni lugar para admirar el vestido de otras damas. Salìa de madrugada  y regresaba entrada la noche. No había tiempo ni lugar para palabras amorosas. Sencillamente llegaba cansado, hambriento y necesitado de cuidados de parte de su mujer... Y de sexo...

Pero hoy en día, las mujeres quieren intimidad y comunicación. "Platica conmigo". "Dime que me amas". "Hace días que no me miras". "No me has dicho nada de mi peinado ni de mi vestido nuevo". "No me llamaste por teléfono en todo el día". 

Escuchen hombres: El hombre de las cavernas no tenía tiempo para esto. El estaba ocupado tratando de sobrevivir y proveer para su familia todo lo necesario. No había tiempo para arrumacos.

Pero hoy no estamos en esos tiempos. Hoy su esposa espera que usted la comprenda cuando le viene su periodo. Cuando no esta contenta con su trato. Ella espera que usted adivine sus estados anímicos. Que estè pendiente de sus gustos y deseos. "¿Sabes que día es hoy?" Usted mira el reloj sin saber que le esta hablando que hoy es su aniversario de bodas y usted no preparò nada...

Antes y después... Hoy estamos en el después. Hoy no se vale que usted llegue a su casa y reciba todas la atenciones que supuestamente necesita para descansar. No, caballeros. Hoy, además del trabajo de su día, usted tiene que llegar contento, con buena cara, dispuesto a quitarse la corbata y el traje y ayudar a lavar los platos del día, atender a sus hijos y luego cerrar la puerta de su cuarto y empezar otro trabajo: atender a su esposa. Platicar con ella. Ponerle atenciòn a lo que diga. Apagar la tele y centrarse en ella hasta que caiga dormida en sus brazos...

¿Lo sabìa? ¿O es usted un hombre de las cavernas como los de antes? ¿O es usted un hombre que se parece a Jesùs que ama a su iglesia y se da por entero para ella? Si no es así, lea Efesios capítulo cinco del Nuevo Testamento. Eso esta en la Biblia que debe estar en algún cajón de su mesa de noche... No sea cavernìcola amigo mío... Sea un hombre parecido a Jesùs...

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