ORIGENES
El cuarto puede ser algo oscuro...
Tiene una cómoda en medio de una pared de color antiguo...
En sus gavetas cuelga una llave de las antiguas también y el llavero es una simple correa de calzado...
El olor es añejo y una simple bombilla cuelga del techo...
Una cama de metal cruje cada vez que alguien se sienta en ella...La almohada está cubierta por una sobrefunda cosida a mano con una flor en el centro y una leyenda que ya no se puede leer...
Las frazadas son de lana pero de la lana de antes... tejida seguramente a mano...
Las cortinas que cubren la única ventana de la casona es hecha de cuadros de retazos...
La abuela tiene su ropero en un rincón de su cuarto... Es un mueble color caoba, de tres cuerpos, de esos con un espejo largo en medio.
Quizá una mesa baja, de centro, que ya perdió el barniz original tiene en el centro una foto...
La foto es de una pareja de jóvenes. Èl, de pie, con un saco de tres botones cruzado, color negro, con sombrero del mismo color, ella, sentada en una silla con un peinado que ya no se usa. Tiene un vestido estampado que le llega hasta el tobillo y le cubre toda su piel...
Tendrán quizá unos diez y ocho años más o menos cada uno...
Se ven alegres pero no se les nota. La foto es en blanco y negro pero en sus orillas ya está algo amarillenta...
En la pared cuelgan otros marcos que tienen fotos antiguas de rostros que son desconocidos para el visitante pero no para ella. Cada foto es una historia. Cada foto es una lágrima o una sonrisa que ya se apagó. Cada foto es un dilema que nunca se resolvió o personas que pasaron y se fueron...
................................
El nieto que está observando todo ese entorno y que la abuela le ha dado permiso de entrar a su cuarto privado está experimentando algo que nunca a vivido...
El nieto tiene unos treinta años de edad... No entiende lo de los muebles antiguos que están en ese cuarto. Bien pudieran tirarse a la basura y amueblar el cuarto de la abuela con otros más modernos. Èl se lo ofrece, incluso esa libreta con sus esquinas dobladas por el tiempo y llena de nombres escritos con lápiz se pudiera cambiar por una iPad. Pero la abuela le dice que no. Todo debe permanecer como está. Además, dice ella, ya está muy vieja para empezar a tirar "sus" cosas...
¿Qué es lo que ve el nieto? Está viendo sus orígenes. En esos muebles, sillas, frazadas, cortinas, fotos, libretas y todo lo demás está su génesis. Está su historia. Una historia que se cuenta sin palabras pero sí con fotos, con colores y olores. Es necesario guardar todo eso para la futura generación. Para que conozcan de donde vienen. Quiénes les precedieron. Cómo se fundó el apellido. Cómo empezó todo... "En el principio..." Eso es lo que cuentan esos muebles, paredes y roperos...
Así es como está escrita la historia de Dios. Èl también tiene una historia que contarnos. Quiere que sepamos cómo empezó todo. Qué personas quedaron registradas en su agenda de esquinas dobladas por el tiempo. Dios quiere que conozcamos nuestro origen. De donde venimos y quiénes somos. Es por eso que en las paredes del tiempo de Dios cuelgan fotos de Elías haciendo bajar fuego del cielo. O un Eliseo golpeando el agua del río para pasarlo en seco. Hay una foto de Moisés en el Sinaí recibiendo unas tablas de piedra. Vemos una foto de Pedro caminando en el agua y luego hundido hasta el cuello. En otra foto está Pablo escribiendo sus cartas a su querido Timoteo...
Son nuestros antepasados. Como nuestros abuelos y padres y tíos... Ellos nos cuentan en blanco y negro su historia. La historia que Dios escribió para que ellos la vivieran... Si usted viviera cien años y la Historia se escribiera hoy... sepa que su foto estaría en una pared de la historia y sus hijos la estarán viendo extrañados con esa rara ropa que ya no se usa... Es su historia. Su vida. Su pasado que aún habla por los siglos de los siglos. Cuide su presente entonces. Cuídelo para el futuro de sus hijos.
Tiene una cómoda en medio de una pared de color antiguo...
En sus gavetas cuelga una llave de las antiguas también y el llavero es una simple correa de calzado...
El olor es añejo y una simple bombilla cuelga del techo...
Una cama de metal cruje cada vez que alguien se sienta en ella...La almohada está cubierta por una sobrefunda cosida a mano con una flor en el centro y una leyenda que ya no se puede leer...
Las frazadas son de lana pero de la lana de antes... tejida seguramente a mano...
Las cortinas que cubren la única ventana de la casona es hecha de cuadros de retazos...
La abuela tiene su ropero en un rincón de su cuarto... Es un mueble color caoba, de tres cuerpos, de esos con un espejo largo en medio.
Quizá una mesa baja, de centro, que ya perdió el barniz original tiene en el centro una foto...
La foto es de una pareja de jóvenes. Èl, de pie, con un saco de tres botones cruzado, color negro, con sombrero del mismo color, ella, sentada en una silla con un peinado que ya no se usa. Tiene un vestido estampado que le llega hasta el tobillo y le cubre toda su piel...
Tendrán quizá unos diez y ocho años más o menos cada uno...
Se ven alegres pero no se les nota. La foto es en blanco y negro pero en sus orillas ya está algo amarillenta...
En la pared cuelgan otros marcos que tienen fotos antiguas de rostros que son desconocidos para el visitante pero no para ella. Cada foto es una historia. Cada foto es una lágrima o una sonrisa que ya se apagó. Cada foto es un dilema que nunca se resolvió o personas que pasaron y se fueron...
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El nieto que está observando todo ese entorno y que la abuela le ha dado permiso de entrar a su cuarto privado está experimentando algo que nunca a vivido...
El nieto tiene unos treinta años de edad... No entiende lo de los muebles antiguos que están en ese cuarto. Bien pudieran tirarse a la basura y amueblar el cuarto de la abuela con otros más modernos. Èl se lo ofrece, incluso esa libreta con sus esquinas dobladas por el tiempo y llena de nombres escritos con lápiz se pudiera cambiar por una iPad. Pero la abuela le dice que no. Todo debe permanecer como está. Además, dice ella, ya está muy vieja para empezar a tirar "sus" cosas...
¿Qué es lo que ve el nieto? Está viendo sus orígenes. En esos muebles, sillas, frazadas, cortinas, fotos, libretas y todo lo demás está su génesis. Está su historia. Una historia que se cuenta sin palabras pero sí con fotos, con colores y olores. Es necesario guardar todo eso para la futura generación. Para que conozcan de donde vienen. Quiénes les precedieron. Cómo se fundó el apellido. Cómo empezó todo... "En el principio..." Eso es lo que cuentan esos muebles, paredes y roperos...
Así es como está escrita la historia de Dios. Èl también tiene una historia que contarnos. Quiere que sepamos cómo empezó todo. Qué personas quedaron registradas en su agenda de esquinas dobladas por el tiempo. Dios quiere que conozcamos nuestro origen. De donde venimos y quiénes somos. Es por eso que en las paredes del tiempo de Dios cuelgan fotos de Elías haciendo bajar fuego del cielo. O un Eliseo golpeando el agua del río para pasarlo en seco. Hay una foto de Moisés en el Sinaí recibiendo unas tablas de piedra. Vemos una foto de Pedro caminando en el agua y luego hundido hasta el cuello. En otra foto está Pablo escribiendo sus cartas a su querido Timoteo...
Son nuestros antepasados. Como nuestros abuelos y padres y tíos... Ellos nos cuentan en blanco y negro su historia. La historia que Dios escribió para que ellos la vivieran... Si usted viviera cien años y la Historia se escribiera hoy... sepa que su foto estaría en una pared de la historia y sus hijos la estarán viendo extrañados con esa rara ropa que ya no se usa... Es su historia. Su vida. Su pasado que aún habla por los siglos de los siglos. Cuide su presente entonces. Cuídelo para el futuro de sus hijos.
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