EN EL JARDIN...

...Los mirtos y los miosotis están en flor pero en esta ocasión esconden sus colores en la negrura de la noche para no llamar la atención sobre sí mismos. Las rosas blancas y rojas quedan quietas por la presencia de un Hombre que ha llegado hasta ese lugar en busca de paz... En el jardín hay un silencio abrumador y los únicos ruidos que se escuchan son los gorjeos de las palomas que están echadas sobre sus nidos en donde les dan calor a sus polluelos. Hay un como aroma a dolor. A soledad. A sufrimiento. Y éste se confunde con el aroma de las flores que tratan de perfumar con más fuerza el ambiente para que el Hombre que ha llegado en silencio y está con sus rodillas dobladas y apoyado sobre una roca pueda sentir cierto alivio a su angustia... El ambiente huele a mortaja... La muerte acecha el lugar y una batalla se empieza a librar entre la Luz y las tinieblas.

Gruesas gotas de sudor perlan su frente y los árboles que rodean el jardín dejan de mover sus ramas como respetando el inmenso sufrimiento del Hombre que los ha sorprendido a todos. Pareciera que un águila llena de tormentos internos ha llegado a ese lugar a doblar sus alas como una alondra que ha sido herida y que cae al suelo tratando de levantar el vuelo...

Esa Aguila bravía está como en una cima inaccesible para cualquiera. Algunos de sus amigos trataron de estar con Èl pero el sueño les ha imposibilitado ese deseo. Hay momentos en que aún las águilas deben estar solas para renovar sus fuerzas, su plumaje y sus garras para que nuevamente puedan defender a sus cachorros de cualquier intruso... Y ese jardín se presta para ello. Allí no caben más que solo tres: El Silencio que respetuosamente observa esas gotas de sangre que perlan la Frente augusta del Hombre, el Padre que le acompaña y el Hijo que se doblega ante su destino... Solitario, sin nadie más que le ponga un hombro donde recostar su Cabeza Real, el Varón de dolores se apoya en la Roca que lo sostiene como hoy lo hace con nosotros... Solitario extiende sus Alas a la caricia infinita de los mirtos del espacio que le rodea. Sus pupilas enturbiadas por el inmenso dolor que le aflige el alma tratan de aclararse para la observación de las hojas que caen como llanto que se derrama sobre el vacío que llena su corazón... Y ese Corazón de Aguila amó el Sol que muy pronto brillará en su horizonte. Hasta para morir, el león necesita un grande espacio... Y aquí tenemos al León de la Tribu de Judà a punto de buscar el espacio necesario para abrir sus garras que seràn clavadas al madero y vencidas pero no derrotadas.

Y aquella Aguila que fue clavada a una Cruz, aquella Aguila que abrió sus Alas para cobijar a sus polluelos, aquel León que bramó ante la eternidad y entre rugidos de fiera vencedora exclamó: "Consumado es", hoy está coronado y sentado a la diestra de la Majestad intercediendo por nosotros. Por nosotros que también de tiempo en tiempo visitamos nuestro propio jardín. Nuestro jardín en donde hemos dejado pedazos de piel como la oveja que roza el alambre de púas. Pedazos de corazón cuando nos hemos sentido traicionados. Ese jardín de dolores cuando nos hemos quedado sin amigos, sin hombros donde llorar, donde la madre se doblega ante el hambre de sus hijos, el jardín que ha escondido sus rosas ante el dolor de aquellos que han sido visitados por la muerte de un ser querido, aquellos que han llorado después de un divorcio, aquellos que han sufrido la humillación del insulto y el ultraje, el jardín frío e indiferente de una banca de hospital sin que nadie les ayude... El jardín en donde se han derramado cantidad enorme de lágrimas de impotencia, lágrimas que también parecen gotas de sangre por la espada que traspasa el corazón ante la infidelidad de la pareja que juró amarnos hasta la muerte... El jardìn de la incertidumbre por la hija que no llegò a dormir anoche, por el monedero que està vacìo y no hay fondos para el desayuno, por el corazòn que se angustia cuando la fiebre toca el cuerpo del niño que solo llora sin entender lo que le pasa...

Pero Jesùs venciò. Y en Su Jardìn nos dejò una oraciòn de esperanza: "Padre, guàrdalos del mal..."

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA NIÑERA Y SUS "BUENAS" INTENCIONES... (Parte 1)

DESATADLO Y DEJADLO IR. (Jn. 11:44)

PASAS Y MANZANAS