LOT...
Hubo problemas en el camino. Los problemas muestran el carácter. Los problemas fueron hechos problemas para que nos demos cuenta quiénes somos. En los problemas somos lo que no decimos que somos. Nos vemos tan tranquilos, gentiles y educados... hasta que llegan los problemas. Matrimonios han fracasado cuando no pasan la prueba de las dificultades. Amistades se pierden debido a los escollos del camino. Hogares se incendian con el fuego de la violencia cuando no saben enfrentar los problemas. Ellos, los problemas fueron enviados al hombre para que muestren qué tan capaces son de vencerlos.
No es lo mismo vencer un hábito que un problema. Los problemas ahorcan a muchos. O se pegan un tiro en la sien. O matan al otro. O se divorcian. O dan la espalda... o dan la espalda...
El valle se ve hermoso. Grandes extensiones de tierra verde, brillante como la esmeralda. Salpica el cuadro una cantidad enorme de árboles frutales, un par de riachuelos mojan la llanura. El pasto se nota fresco y abundante. El horizonte se antoja próspero y lleno de vitalidad... No hay escollos que vencer. No hay peligro a la vista. Todo lo que se ve es verde y lleno de pasto para dar de comer a varios miles de cabezas de ganado. Adiós preocupación. Adiós problemas. Adiós estrés...
Del otro lado, todo lo contrario. Desierto. Piedras estériles por doquier. Arena caliente y un sol abrazador. No hay agua a la vista. No hay pozos. Mucho menos pasto para el ganado. El horizonte se nota triste y abrazador. Ni un oasis a la vista, solo esterilidad y sequedales...
Se despiden. Se dan un último abrazo y uno, el anciano hace una pequeña invocación a favor del sobrino. Este, con la prisa de la juventud, no quiere perder tiempo en nimiedades. No hay lágrimas de despedida. No hay malestar en el estómago por la separación. Lo que urge es salir de ese desierto lleno de problemas y enfilar sus ganados hacia el valle lleno de esperanzas, de flores silvestres, de manantiales de aguas cristalinas y abundante sombra bajo los vergeles llenos de frutos...
Es lo que está haciendo la juventud de hoy. No quieren forjarse en el yunque del dolor. Quieren vivir anestesiados contra lo que haga sufrir. No me caso para no tener que trabajar para nadie. Con un hijo, aunque sea bastardo es suficiente para saber lo que es ser madre. No están siendo enseñados a enfrentar tormentas. Todo lo tienen terminado. Tienen su iPod, su Mac y sus juegos electrónicos. Ya no escriben a máquina, ahora textean en sus Blackberrys. Para qué aprender sintaxis si la máquina arregla las frases. Para qué aprender ortografía si el aparato corrige la palabra mal escrita. El valle que nuestros jóvenes están viendo está, como la esperanza, lleno de verdura y frescor. No hay por qué afanarse siendo amable. La educación es obsoleta. La moral ha pasado de moda. Hay que actualizarse y salir al mundo a vencer los gigantes sociales con una andanada de insultos y faltas de respeto. Si el semáforo se me pone en rojo me lo paso y qué... Si el peatón se cruza la calle sin ver a los lados hay que pasarle encima como a la jovencita que iba saliendo de su colegio hace poco y está en coma en un hospital... ¿Por qué no se fijó, pues...?
Eso fue lo que pensó Lot. Abandonó a Abraham, la fuente de su bendición porque quiso probar suerte lejos de él y del Dios de Abraham. Creyó que la bendición estaba con él y no tenía necesidad de tanto altar. Para qué tanta oración si Dios es bueno. Si Dios me ama a mí también. Además Èl quiere que yo crezca independiente del hombre. El quiere que me esfuerce y sea valiente....
Lot vio lo hermoso de Sodoma. Lo que estaba en la superficie. Vio el valle, los árboles, el agua y el pasto para sus ganados. Pero no vio la homosexualidad. No vio la depravación que había debajo de aquel paraje hermoso por fuera pero apestoso por dentro. Solo vio el sepulcro blanco pero no sintió el hedor que había dentro... Como las niñas de hoy: Solo ven los ojos azules del enamorado pero no ven lo negro que hay en su interior...Solo ven a la reina de belleza por fuera pero no ven el monstruo que llevan por dentro... "...porque alejados de Mi nada pueden hacer..." dijo Jesus. Y es cierto. Pregùntele a Lot que tal le fue en Sodoma...
No es lo mismo vencer un hábito que un problema. Los problemas ahorcan a muchos. O se pegan un tiro en la sien. O matan al otro. O se divorcian. O dan la espalda... o dan la espalda...
El valle se ve hermoso. Grandes extensiones de tierra verde, brillante como la esmeralda. Salpica el cuadro una cantidad enorme de árboles frutales, un par de riachuelos mojan la llanura. El pasto se nota fresco y abundante. El horizonte se antoja próspero y lleno de vitalidad... No hay escollos que vencer. No hay peligro a la vista. Todo lo que se ve es verde y lleno de pasto para dar de comer a varios miles de cabezas de ganado. Adiós preocupación. Adiós problemas. Adiós estrés...
Del otro lado, todo lo contrario. Desierto. Piedras estériles por doquier. Arena caliente y un sol abrazador. No hay agua a la vista. No hay pozos. Mucho menos pasto para el ganado. El horizonte se nota triste y abrazador. Ni un oasis a la vista, solo esterilidad y sequedales...
Se despiden. Se dan un último abrazo y uno, el anciano hace una pequeña invocación a favor del sobrino. Este, con la prisa de la juventud, no quiere perder tiempo en nimiedades. No hay lágrimas de despedida. No hay malestar en el estómago por la separación. Lo que urge es salir de ese desierto lleno de problemas y enfilar sus ganados hacia el valle lleno de esperanzas, de flores silvestres, de manantiales de aguas cristalinas y abundante sombra bajo los vergeles llenos de frutos...
Es lo que está haciendo la juventud de hoy. No quieren forjarse en el yunque del dolor. Quieren vivir anestesiados contra lo que haga sufrir. No me caso para no tener que trabajar para nadie. Con un hijo, aunque sea bastardo es suficiente para saber lo que es ser madre. No están siendo enseñados a enfrentar tormentas. Todo lo tienen terminado. Tienen su iPod, su Mac y sus juegos electrónicos. Ya no escriben a máquina, ahora textean en sus Blackberrys. Para qué aprender sintaxis si la máquina arregla las frases. Para qué aprender ortografía si el aparato corrige la palabra mal escrita. El valle que nuestros jóvenes están viendo está, como la esperanza, lleno de verdura y frescor. No hay por qué afanarse siendo amable. La educación es obsoleta. La moral ha pasado de moda. Hay que actualizarse y salir al mundo a vencer los gigantes sociales con una andanada de insultos y faltas de respeto. Si el semáforo se me pone en rojo me lo paso y qué... Si el peatón se cruza la calle sin ver a los lados hay que pasarle encima como a la jovencita que iba saliendo de su colegio hace poco y está en coma en un hospital... ¿Por qué no se fijó, pues...?
Eso fue lo que pensó Lot. Abandonó a Abraham, la fuente de su bendición porque quiso probar suerte lejos de él y del Dios de Abraham. Creyó que la bendición estaba con él y no tenía necesidad de tanto altar. Para qué tanta oración si Dios es bueno. Si Dios me ama a mí también. Además Èl quiere que yo crezca independiente del hombre. El quiere que me esfuerce y sea valiente....
Lot vio lo hermoso de Sodoma. Lo que estaba en la superficie. Vio el valle, los árboles, el agua y el pasto para sus ganados. Pero no vio la homosexualidad. No vio la depravación que había debajo de aquel paraje hermoso por fuera pero apestoso por dentro. Solo vio el sepulcro blanco pero no sintió el hedor que había dentro... Como las niñas de hoy: Solo ven los ojos azules del enamorado pero no ven lo negro que hay en su interior...Solo ven a la reina de belleza por fuera pero no ven el monstruo que llevan por dentro... "...porque alejados de Mi nada pueden hacer..." dijo Jesus. Y es cierto. Pregùntele a Lot que tal le fue en Sodoma...
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