LA ESPERANZA...

Lo vi en las noticias por cable: cuatro jóvenes americanos se encerraron en un vehículo y sellaron las puertas para morir asfixiados. Todos murieron. Dejaron una nota que decía: "Perdimos toda esperanza en la vida..."

Britney Spears nuevamente está en las páginas de los diarios americanos buscando otra casa para desintoxicarse de las drogas. Ha estado no solo en varias clínicas para liberarse de la adicción pero también ha estado de hombre en hombre buscando un nido donde terminar su búsqueda de la esperanza... Algo que le sirva de ancla a sus deseos íntimos de amor, calor, amistad y compañerismo... Algo que la fama y el dinero no pueden dar...

El Señor dijo: "Yo sé los planes que tengo para ustedes: Planes de bien y no de mal, para darles un futuro y una esperanza..." Pero aceptar que solo Jesús puede darnos ese estado de esperanza no es fácil para aquellos que no quieren aceptar que son tan necesitados como nosotros los que sí tenemos esperanza...

¿Qué es la esperanza? Es el conocimiento perfecto de que algo está por suceder que cambiará nuestras vidas, nuestros destinos y nuestro entorno. La esperanza es el sistema de fe que Dios nos ha entregado para que podamos vivir en un mundo que no la tiene. Y no la tiene por el solo hecho de no tener al Señor en su noticia...

La desesperanza es la hermana del pesimismo. Los pesimistas piensan que no hay futuro. Que no hay por qué castigarse creyendo en Alguien que la ha ofrecido y que no ven... Pero nosotros, dice el apóstol, hemos creído y por eso vivimos.

La esperanza ha vencido más problemas que el alcohol. Que las drogas. Que los médicos. Ante alguien que tiene esperanza de una vida mejor la tragedia no tiene ganancia. El cáncer es vencido por la esperanza. Un corazón enfermo y debilitado cobra nueva vida por medio de la esperanza. La esperanza de ver crecer a los hijos, la esperanza de un futuro mejor, la esperanza de vivir más años, eso vence cualquier enfermedad mortal.

Vaya al cementerio y piense en dos tumbas: En una orilla están los que nunca creyeron en la resurrección. Están dolidos por su ser querido que están a punto de enterrar y decirle el adiós definitivo. Saben que no lo volverán a ver. Lo han perdido para siempre. No tienen esperanza. Lloran, se lamentan y cubren su dolor con el alcohol, los enojos del por qué se fue y acusan a Dios de haberlo quitado de la tierra...

En la otra orilla también hay una tumba y están a punto de bajar el catafalco que contiene los restos de un ser querido... Pero ellos cantan, oran, se ríen y se sienten satisfechos de entregar al Señor a otro de sus hijos para que reciban lo que la Esperanza les mantuvo con vida tanto tiempo. Lo dejan ir con lágrimas es cierto, lloran y sienten tristeza y dolor, pero en el fondo de sus corazones saben que lo volverán a ver. La esperanza les ha enseñado y les dice que no teman, que lo mejor está por venir. Ellos saben que al lugar a donde va su ser querido hay una mansión esperàndole y que cuando todo pase estarán todos juntos viendo al que prometió ese futuro...

Si usted se ha quedado sin trabajo, apòyese en la esperanza de que Dios no lo dejará porque Èl lo ha prometido. "Estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo" dijo Jesús. Todos los días, aunque no haya empleo, aunque estés en un hospital, aunque estés pasando por un divorcio, por un conflicto matrimonial, por un momento de soledad, por un valle de sombra y de muerte, esperando a la persona que se casará contigo... Yo estaré contigo... El apóstol dijo: "No vivan como los que no tienen esperanza..."

Esa es nuestra esperanza... Ahora, permìtame terminar con una pregunta: ¿Y los que no tienen esperanza qué...?

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