DESANIMADOS...
" Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros . " (Romanos 8:11)
Què importantes son estas palabras para nuestros dìas...
Bueno, hablo con los que conocemos a Cristo Jesùs como Señor. Porque los que aùn no lo conocen personalmente no pueden disfrutar de esta promesa... ¿De què estoy hablando especìficamente? Veamos...
El dìa tiene sus retos. No hay dìa fàcil para ninguno de nosotros. Salir temprano de la casa para ir al trabajo, pero antes hay que dejar a los hijos en el colegio. Luego correr para alcanzar al reloj en los atascaderos del tràfico. La esposa llama y pide que cuando regrese con los niños al medio dìa talvez pueda pasar al sùper por algunas cosas que faltan para el almuerzo. Hay que hacer cola en la caja para cancelar y luego correr para llegar con tiempo justo para almorzar, pensando en el camino de regreso a las labores. Una reuniòn de trabajo lo està esperando en la oficina y su secretaria le tiene una agenda que para què le cuento... El mecànico le llama para recordarle que ya se està pasando el kilometraje del vehìculo y que necesita el servicio porque si no lo hace pronto le va a salir màs caro el asunto. Pero tambièn esta semana cumple años el niño y hay que pensar en su fiesta, su regalo y las invitaciones. Su esposa hace lo posible, pero siempre cuenta con su ayuda, "por favor, cielito...". ¡Ah! y no debe descuidar que el sàbado tiene que llevar a los patojos a sus deportes y precisamente ese dìa necesita llevar el carro a que lo laven porque no ha tenido tiempo de hacerlo. Y en la tarde tiene que salir a tomar un cafè con su cansada (tambièn) esposa para mantener el fuego del hogar encendido...
¿Como se siente entonces? ¡No me lo diga! Agotado. Cansado. Desgastado. Y estamos hablando de una sola semana. Y el año tiene cincuenticuatro... Asì que faltan muchas màs para vivir el tràfago diario...
Satanàs es especialista en ocuparnos hasta el màximo para hacernos sentir que necesitamos un pequeño descanso. No nos damos cuenta en què momento caemos en sus garras y cuando estamos totalmente desgastados, nos susurra al oìdo: "necesitas un descanso. No puedes seguir asì porque te vas a fundir..." Y la idea del descanso flota en su mente toda la semana... ¿Quièn toma la iniciativa? Usted le comenta a su pareja que tiene ese sentir en "su corazòn" y èl o ella le comparte la misma idea... Necesitan descansar... Pero resulta que el ùnico dìa que queda "libre" es el domingo...
¡Allì està el truco de Satanàs! Cansarlos tanto, agotarlos y hacerlos sentir desanimados que hay que sacrificar algo por algo. ¿Quieren mantener el hogar en marcha? ¿Quieren mantener a los niños activos y sanos? ¿Quieren mantener el matrimonio en buenas condiciones? ¿Quieren mantener el cheque del sueldo en aumento? ¿Quieren mantener la refri con suficiente comida? ¿Quieren mantener los recibos cancelados y al dìa? ¿Quieren agradar tambièn a Dios?
No lo pueden tener todo, mis chicos... Tienen que sacrificar algo por algo... Y quien paga los platos rotos es la Iglesia... Es Dios, al final de cuentas. Al fin y al cabo Èl entiende... Èl sabe que la casa, los hijos, el matrimonio, el trabajo y el bienestar familiar son importantes... Èl entiende. Descansen el domingo que ya tendràn tiempo otro dìa para ir a congregarse... Por hoy estàn muy cansados... Descansen... Lo que no nos dice Satanàs es lo que enseña Romanos 8:11: "...también dará vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros . " Eso no lo dice èl. Lo dice la Escritura.
Què importantes son estas palabras para nuestros dìas...
Bueno, hablo con los que conocemos a Cristo Jesùs como Señor. Porque los que aùn no lo conocen personalmente no pueden disfrutar de esta promesa... ¿De què estoy hablando especìficamente? Veamos...
El dìa tiene sus retos. No hay dìa fàcil para ninguno de nosotros. Salir temprano de la casa para ir al trabajo, pero antes hay que dejar a los hijos en el colegio. Luego correr para alcanzar al reloj en los atascaderos del tràfico. La esposa llama y pide que cuando regrese con los niños al medio dìa talvez pueda pasar al sùper por algunas cosas que faltan para el almuerzo. Hay que hacer cola en la caja para cancelar y luego correr para llegar con tiempo justo para almorzar, pensando en el camino de regreso a las labores. Una reuniòn de trabajo lo està esperando en la oficina y su secretaria le tiene una agenda que para què le cuento... El mecànico le llama para recordarle que ya se està pasando el kilometraje del vehìculo y que necesita el servicio porque si no lo hace pronto le va a salir màs caro el asunto. Pero tambièn esta semana cumple años el niño y hay que pensar en su fiesta, su regalo y las invitaciones. Su esposa hace lo posible, pero siempre cuenta con su ayuda, "por favor, cielito...". ¡Ah! y no debe descuidar que el sàbado tiene que llevar a los patojos a sus deportes y precisamente ese dìa necesita llevar el carro a que lo laven porque no ha tenido tiempo de hacerlo. Y en la tarde tiene que salir a tomar un cafè con su cansada (tambièn) esposa para mantener el fuego del hogar encendido...
¿Como se siente entonces? ¡No me lo diga! Agotado. Cansado. Desgastado. Y estamos hablando de una sola semana. Y el año tiene cincuenticuatro... Asì que faltan muchas màs para vivir el tràfago diario...
Satanàs es especialista en ocuparnos hasta el màximo para hacernos sentir que necesitamos un pequeño descanso. No nos damos cuenta en què momento caemos en sus garras y cuando estamos totalmente desgastados, nos susurra al oìdo: "necesitas un descanso. No puedes seguir asì porque te vas a fundir..." Y la idea del descanso flota en su mente toda la semana... ¿Quièn toma la iniciativa? Usted le comenta a su pareja que tiene ese sentir en "su corazòn" y èl o ella le comparte la misma idea... Necesitan descansar... Pero resulta que el ùnico dìa que queda "libre" es el domingo...
¡Allì està el truco de Satanàs! Cansarlos tanto, agotarlos y hacerlos sentir desanimados que hay que sacrificar algo por algo. ¿Quieren mantener el hogar en marcha? ¿Quieren mantener a los niños activos y sanos? ¿Quieren mantener el matrimonio en buenas condiciones? ¿Quieren mantener el cheque del sueldo en aumento? ¿Quieren mantener la refri con suficiente comida? ¿Quieren mantener los recibos cancelados y al dìa? ¿Quieren agradar tambièn a Dios?
No lo pueden tener todo, mis chicos... Tienen que sacrificar algo por algo... Y quien paga los platos rotos es la Iglesia... Es Dios, al final de cuentas. Al fin y al cabo Èl entiende... Èl sabe que la casa, los hijos, el matrimonio, el trabajo y el bienestar familiar son importantes... Èl entiende. Descansen el domingo que ya tendràn tiempo otro dìa para ir a congregarse... Por hoy estàn muy cansados... Descansen... Lo que no nos dice Satanàs es lo que enseña Romanos 8:11: "...también dará vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros . " Eso no lo dice èl. Lo dice la Escritura.
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