LA MITAD...

Lucas 19:8  "Y Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquì, Señor, la mitad de mis bienes darè a los pobres, y si en algo he defraudado a alguno, se lo restituirè cuadruplicado".

Escuchè predicar a mi esposa sobre este pasaje. Y mientras ella nos bendecìa con este sermòn, me vino a la mente escribir este artìculo para poner en tinta algunos de los pensamientos que se me ocurrieron...

A ver què dice usted...

Hasta antes de conocer a Jesùs, Zaqueo vivìa holgada y tranquilamente. Para èl era normal adueñarse de todo lo que llegaba a sus manos. Todo era fruto de su trabajo. Todo le pertenecìa. Por algo sudaba diariamente para hacerse rico cada vez que podìa. Su moral, sus principios y sus intereses le impedìan ver a su alrededor para ver si alguien necesitaba algo. No. No estaba hecho para la ternura ni la compasiòn... Su ètica era primero èl, segundo èl y tercero èl... Asì eran las cosas en su vida y todo lo que se relacionaba con sus "cosas personales..."

Hasta que llegò Jesùs. Creo que si Jesùs le habla en la calle, o bajo el sicòmoro, Zaqueo jamàs hubiera entendido algo: Que todo lo que tenìa no era de èl. Es decir, no todo... Por eso era "necesario" que Jesùs fuera a su casa. Solo yendo a su intimidad Jesùs tenìa la oportunidad de mostrarle un camino que le faltaba què recorrer al rico Zaqueo. Le faltaba practicar, primero, la hospitalidad. Segundo, compartir lo que tenìa con los que no tenìan. O, dicho en otras palabras, devolver lo que no le pertenecìa...

Y sucede lo que ya sabemos: Jesùs no dice ni una sola palabra. Bastò que viera todas las cosas que Zaqueo tenìa y hacerle sentir que para què quiere tres televisores plasma. Para què quiere dos licuadoras si solo una usa su esposa. Le hace sentir que para què quiere una cuenta abultada de dinero si no tiene en què gastarlo. Y asì por el estilo... Zaqueo siente que la sola Presencia de Jesùs le quema toda la casa y hace su famosa declaraciòn... "La mitad de mis bienes darè a los pobres..."

Y aquì entramos nosotros...

Si Jesùs realmente ha llegado a "su casa" (su corazòn), usted ya no puede ser un amontonador. ¿Para què quiere tantas cosas materiales? ¿Para què quiere su carro para usted solo si puede darle un aventòn al que necesita? ¿Para què quiere su billetera llena si hay muchos a su alrededor que necesitan algo? ¿No le parece que es nuestra obligaciòn compartir lo que tenemos demàs con los que no tienen? Dar es el primer sìntoma de los que han sido visitados por Jesùs.

Ademàs, si usted ama demasiado a sus hijos y llegò Jesùs, usted ha defraudado al Señor quitàndole el amor que le pertenece solo a Èl... Si usted ama entrañablemente a su esposa o su esposo y ha llegado Jesùs a su vida, usted le està defraudando porque Èl se merece el primer amor en su vida, devuèlvaselo cuadruplicado entonces. Si usted cuida màs de lo debido sus bienes... usted està defraudando a Jesùs negàndole lo que le pertenece a Èl: el Señorìo...

Todo esto me vino a la mente cuando mi esposa nos hablò de Zaqueo... Bendiciones.

Comentarios

  1. Excelente mensaje Pastor.
    Me doy cuenta que muchos anhelan por un mejor trabajo, pero ¿que es un mejor trabajo?, ¿uno que me de mas dinero y menos tiempo para el Señor y para mi familia?, ¿uno que me de un mejor estatus social?, ¿uno que me permita satisfacer todos mis deseos?, ¿uno que me haga olvidar que Dios es mi único Señor?
    El Señor nos enseña que debemos bucar mas los tesoros en el cielo y no los tesoros en la tierra, asi que pongámolo en práctica, aunque a veces nos cueste.

    Bendiciones hermanos!

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