CUIDADO CON LA LIBERTAD...
Hoy estamos viviendo en un ambiente de pura libertad. Cada día nos enteramos de leyes que dictan nuestros gobernantes con respecto a la libertad democràtica que debe regir la conducta humana. Nadie tiene derecho de decirle a usted què hacer, como ser y donde ser...
Libertad a su màxima expresión... La humanidad siempre ha luchado para lograr ese estatus social. Jòvenes se rebelan contra el status quo para que les dejen ser jóvenes. Mujeres luchan para lograr liberarse del yugo masculino y que les dejen ser ellas. Hombres que estàn saliendo en defensa de sus derechos de ser lo que ellos quieren ser. ¿Y que...?
Somos libres por derecho. Esa es la consigna...
Como estudioso de la conducta humana y especialmente a lo que atañe a la familia, que es mi fuerte, debo reconocer que debemos tener mucho cuidado con la libertad...
Para empezar, como cristianos, no tenemos libertad absoluta. Los absolutos le pertenecen a Dios y no al hombre. Cuando el hombre quiere ser absolutamente libre, cae en el libertinaje absoluto.
Por ejemplo, una señorita a la que le enseñan en el colegio que ella es libre para tomar sus propias decisiones, corre el peligro de compararse con su madre. "Si yo soy igual a mi mamà, ¿por què tengo que obedecerla? ¿Por què no puedo tener el novio que yo quiero? ¿Por què no puedo abortar si quedo embarazada?" Es aquì donde la igualdad corre el peligro de descomponer la sociedad. De hecho, ya se descompuso...
Un joven a quien le enseñan que tiene derecho de ser quièn èl quiera, se compara con su padre y se pregunta: "¿Por què debo ser como mi papà? ¿Acaso no tengo derecho de escoger mis preferencias sexuales y pasarme al otro lado del camino? ¿Y què si prefiero tener un hombre a mi lado? Si puedo tomar mis propias libertades, yo decido entonces con quien quiero acostarme..." ¿Acaso no es eso lo que estamos presenciando actualmente, queridos lectores? Todo gracias a los derechos de la juventud y a la dichosa ley de libertad individual...
Un esposo que està siendo bombardeado con esos conceptos no es raro que de pronto le diga a su esposa: "Querida, fìjate que he descubierto que estoy enamorado de un compañero de trabajo y necesito tu comprensión. No puedo dejarte por nuestros hijos, pero quiero ser libre de amar al hombre de mis sueños..."
Hoy estamos viendo como el hombre con tal de ser libre a su manera, se està alejando de Dios. Dios quiere que seamos libres, es cierto, pero no para pecar. No para vivir a nuestra manera la que nos lleva a la perdición. El quiere que seamos libres para ser salvos, para ser sanos, para ser ejemplo de nuestra siguiente generación... La libertad tiene sus limites. Debemos enseñar que en cuanto nuestra libertad viole los principios divinos ya no es libertad. Es libertinaje. Asì de simple. Libertinaje...
Libertad a su màxima expresión... La humanidad siempre ha luchado para lograr ese estatus social. Jòvenes se rebelan contra el status quo para que les dejen ser jóvenes. Mujeres luchan para lograr liberarse del yugo masculino y que les dejen ser ellas. Hombres que estàn saliendo en defensa de sus derechos de ser lo que ellos quieren ser. ¿Y que...?
Somos libres por derecho. Esa es la consigna...
Como estudioso de la conducta humana y especialmente a lo que atañe a la familia, que es mi fuerte, debo reconocer que debemos tener mucho cuidado con la libertad...
Para empezar, como cristianos, no tenemos libertad absoluta. Los absolutos le pertenecen a Dios y no al hombre. Cuando el hombre quiere ser absolutamente libre, cae en el libertinaje absoluto.
Por ejemplo, una señorita a la que le enseñan en el colegio que ella es libre para tomar sus propias decisiones, corre el peligro de compararse con su madre. "Si yo soy igual a mi mamà, ¿por què tengo que obedecerla? ¿Por què no puedo tener el novio que yo quiero? ¿Por què no puedo abortar si quedo embarazada?" Es aquì donde la igualdad corre el peligro de descomponer la sociedad. De hecho, ya se descompuso...
Un joven a quien le enseñan que tiene derecho de ser quièn èl quiera, se compara con su padre y se pregunta: "¿Por què debo ser como mi papà? ¿Acaso no tengo derecho de escoger mis preferencias sexuales y pasarme al otro lado del camino? ¿Y què si prefiero tener un hombre a mi lado? Si puedo tomar mis propias libertades, yo decido entonces con quien quiero acostarme..." ¿Acaso no es eso lo que estamos presenciando actualmente, queridos lectores? Todo gracias a los derechos de la juventud y a la dichosa ley de libertad individual...
Un esposo que està siendo bombardeado con esos conceptos no es raro que de pronto le diga a su esposa: "Querida, fìjate que he descubierto que estoy enamorado de un compañero de trabajo y necesito tu comprensión. No puedo dejarte por nuestros hijos, pero quiero ser libre de amar al hombre de mis sueños..."
Hoy estamos viendo como el hombre con tal de ser libre a su manera, se està alejando de Dios. Dios quiere que seamos libres, es cierto, pero no para pecar. No para vivir a nuestra manera la que nos lleva a la perdición. El quiere que seamos libres para ser salvos, para ser sanos, para ser ejemplo de nuestra siguiente generación... La libertad tiene sus limites. Debemos enseñar que en cuanto nuestra libertad viole los principios divinos ya no es libertad. Es libertinaje. Asì de simple. Libertinaje...
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