LOS POBRES...

"Bienaventurados los pobres en espíritu..." Mateo 5:3

Los que se oponen al deseo de Dios de que su pueblo sea prosperado estàn haciendo tanto daño a los evangèlicos. Y pongo "evangèlicos" a propòsito porque una cosa es ser evangèlicos y otra es ser cristianos.

La escuela evangélica de la pobreza enseña que mientras màs pobre, el hermano es màs santo. Mientras menos cosas materiales posea tendrà menos tentaciones de despertar la lujuria de su corazòn... Cosa màs alejada de la verdad.

En una oportunidad, en un programa de radio, le preguntaron a un pastor de los que son extremadamente legalistas, de los que no permiten que sus miembros se sienten donde quieran sino que estàn separados hombres de mujeres. La pregunta fue: "¿Por què usted no permite que los hombres se sienten junto a las mujeres?" Y la respuesta fue: "Para que no pequen..." En ese momento no supe como reaccionar. Sin con còlera o con estupor. Preferì lo segundo. Creo que para el legalismo es màs fàcil prohibir que enseñar. De sobra sabemos que el pecado no està en las rodillas pegadas. Ni en las sillas juntas. Ni en las reuniones mixtas. Està en el corazòn. Para el sucio todo es sucio dijo el Apòstol...

Y eso viene a colación con el tema que estoy tratando. La prohibición de anhelar superar la linea de pobreza para muchos predicadores de la "humildad" es tan fàcil como quitarse un uñero. Prefieren que los miembros de sus congregaciones no suban un escalòn màs en el sistema de valores sociales y financieros a que se vayan al infierno. Al infierno no van los que tienen solvencia financiera. Van los que rechazan a Jesùs como el Señor y Salvador de sus vidas. Son los que andan conforme la carne, segùn Romanos. Al infierno van los homosexuales, los borrachos y malhablados. Aunque nunca falten a ningùn culto de su iglesia.

Al cielo tampoco van los pobres. Los desamparados. Los que lloran. No. Eso no fue lo que enseñò Jesùs. Èl dijo: "Tres veces dichosos los pobres en espìritu" no los pobres de bienes materiales. Los pobres en espìritu significa los que se consideran pobres y necesitados del Señor a pesar de todo lo que puedan tener en la billetera.  Los pobres en espìritu son los que lloran con los que lloran y claman al Señor porque prospere a los que estàn hundidos en las deudas. Los pobres son los que teniendo casa no tienen familia. Son los que teniendo familia no tienen amor...

En algunas esquinas de mi paìs hay gente pidiendo dinero. Cuando les doy alguna moneda, las toman y muchos no dan ni siquiera "gracias". Esos no son pobres. Son miserables. Viven bajo el nivel de la pobreza.

Comentarios

  1. Dios le bendiga Pastor Berges:
    Aunque Usted no lo crea, Lo quiero y respeto mucho... Jamás se ha olvidado ni se me olvidará lo que hizo por nosotros. Nuestra Iglesia hoy día, es lo que es, en buena medida, a su tiempo invertido en mi. Gracias por cada una de sus enseñanzas. Ojala algún día me acepte una invitación a un cafecito. Dios le bendiga y guarde siempre.

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