ALGO EN QUE MEDITAR...

Los solteros necesitan una visión acerca de cómo quieren que sea el matrimonio, con ideas prácticas sobre como llevarlo a cabo. Al considerar cuál será la contribución especial que ellos aportarán al matrimonio, pueden trabajar para convertirse en el tipo "correcto" de esposo e imaginar de forma realista qué tipo de compañero los va a complementar. Es muy importante que los solteros piensen qué van a aportar al matrimonio, porque "quiénes somos" en el matrimonio es tan importante cómo "a quién elegimos" para casarnos.
Frecuentemente, la gente tiene la idea errónea de que los buenos matrimonios simplemente ocurren. No se dan cuenta que un éxito académico es una combinación de habilidades, conocimientos y trabajo arduo, y que el éxito matrimonial es lo mismo. Hay un pequeño número de parejas a las cuales relacionarse les resulta fácil, pero la mayoría de las personas tienen que trabajar duro para hacer las cosas bien y para lograr que sus matrimonios funcionen. Ese trabajo comienza al adoptar la actitud de que el matrimonio se trata de crecer y de contribuir al crecimiento del otro, no sentirnos totalmente cómodos con la forma como somos y con la forma como vivimos. También requiere que principalmente estemos enfocados en dar y no en recibir
Lamentablemente los jòvenes de hoy estàn acostumbrados a solo recibir. Reciben comodidades en sus casas. Sus padres les dan su tarjeta de crédito para que gasten en sus gustos. Les compran su carro a edad temprana sin ponerse a pensar si estàn listos para manejar con cautela y respeto por los demàs. Se les permite andar en las noches a altas horas sin rendir cuentas a nadie...
...Y se casan... Esperando seguir con su estilo de vida. Pero el matrimonio no es solo fiestas de fin de semana. Tampoco es andar a altas horas de la noche vagando en los antros nocturnos, valga la redundancia... El matrimonio es otra cosa muy distinta.
El matrimonio es compartir. Es dejar de recibir para empezar a dar. Es pensar bien con quièn me casaré para hacerlo o hacerla feliz. La meta no es que yo estè contento sino que mi pareja estè siempre contenta y que nunca se arrepienta de haberse casado conmigo...
El matrimonio, mis queridos jòvenes, no es una obra de teatro en cuatro o cinco actos... Es una obra para toda la vida. Es un escenario en donde los actores se tienen que esforzar para quedar bien no con los suegros ni los cuñados mucho menos con los amigos, sino con quien comparte mi vida, mis sueños, mis proyectos y... mi cama.

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