¿SEMANAS MALAS... O AÑO MALO?

Se està yendo el año dos mil trece. 
Para muchos ha sido un año difìcil me diràn... Para otros ha sido un año màs o menos, como decimos en Guatemala... Otros no sabrán que responder.

Pero el asunto es que si hemos llegado hasta aquì, es porque hemos tenido un buen año. ¿No les parece, mis queridos lectores? Porque lo principal de la vida es llegar al final de un año con salud. ¿Perfecta? Nadie la tiene. Todos hemos tenido que pasar por quebraderos de salud y de cabeza. Las cosas en la maquinaria de la vida no siempre estàn bien engrasadas. ¿Conflictos financieros? ¡Uff! A quien no nos atacan de pronto. Es el reto de la existencia crecer en fe cada dìa, cada semana porque de repente vienen los gastos que no esperàbamos y ¡Pum! no sabemos a donde ir o què hacer... Para los que vivimos por fe, no nos resta màs que esperar en el Señor que siempre es y serà Fiel... Pero nadie ha dicho que es fàcil.

¿Y què decir del matrimonio? Cualquier dìa del año nosotros los hombres o nuestras esposas amanecimos con la gorra al revés, como decìa nuestro pastor y mentor el Dr. Ottoniel Rios de grata memoria... Nunca amanecimos pensando: Hoy pelearé con mi cònyuge. Hoy le harè la vida imposible. Hoy espero que ella o èl sea tan impertinente que me saque las canas verdes... No. Ninguno de nosotros amaneciò pensando eso, ¿verdad? Sin embargo sucediò. 

Y ni hablar de los hijos. Aunque mi esposa y yo ya no tenemos hijos en casa, tenemos hijos espirituales que quizà sean màs exigentes que los biológicos. Porque los espirituales son asignados por Dios para que les cuidemos con màs ternura. No se les puede dar un par de coscorrones y ya. Hay que saber soportarlos y llevarles la corriente lo màs que se pueda... 

Asì que puedo decir que este año dos mil trece ha sido un buen año. Tuve salud once meses. Tuve a mi esposa sana y vigorosa tambièn once meses. Tuvimos comida, techo, vestido y abrigo. ¡Ah! y uno que otro regalo para nuestros cumpleaños. No nos impusieron ninguna multa por no manejar correctamente. El gobierno no nos subió el impuesto sobre la renta. Los ladrones respetaron nuestros vehìculos gracias al cuidado del Señor. Siempre encontramos un buen parqueo en Multiplaza. En el banco nos atendieron siempre con cortesía cincuentitres semanas del año. En fin... ha sido un buen año.

Y esto es lo que trato de transmitirle a mis lectores... Hagamos un recuento de todo el año y veremos que estaremos de acuerdo en algo...

Hemos tenido algunas semanas realmente difíciles en un año realmente bueno.

Esto cambia la perspectiva... ¿no creen? Asì que tenemos suficientes motivos para darle gracias al Señor por este año que ha sido realmente bueno... A su lado, por supuesto...

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