¿ES USTED UN CABALLERO...?
¡Buena pregunta! ¿verdad?
En los matrimonios de hoy en dìa se ha perdido algo o quizà deba decir que mucho sobre la caballerosidad. La presente generaciòn no ha llegado a conocer lo que es ser caballero ante ninguna circunstancia: ya sea en la calle, la oficina o el matrimonio. Esa cualidad se ha perdido en muchos hogares... Aunque espero que volvamos a ser los caballeros que nuestras damas desean ver cerca de ellas.
Claro, para que un hombre se comporte como un caballero es necesario que su pareja se comporte como una dama... No estoy hablando nada obsoleto. Todo lo que usted leerá a continuación es actual, como actual es la Palabra de Dios, el Supremo Caballero por antonomasia...
El cristianismo es un sistema de vida que está construido sobre obligaciones en lugar de sobre derechos. Esto es especialmente cierto respecto al enfoque cristiano del matrimonio. Las obligaciones fomentan la responsabilidad y el dar. Los derechos fomentan un sentido de derecho que puede llevar a la irresponsabilidad. En el cristianismo, uno no tiene derecho a nada; todo lo bueno que tenemos es un regalo.
Entonces, con esto en mente, presento el ‘Protocolo de Obligaciones Matrimoniales’ del cristianismo:
Tengo la obligación de:
Ser un caballero... ¿Hace falta que diga algo más? Si hace falta, entonces deje que se lo defina… Luchar para darle a mi pareja placer, y no dolor. Evitar culpar y atacar a mi pareja por cosas que me molestan. Expresar lo que necesito y no esperar que mi pareja me lea la mente.Tomarme los sentimientos y las necesidades de mi pareja seriamente. Asegurarme que mi pareja se sienta emocionalmente segura conmigo. Expresar consistentemente amor y afecto. Reconocer consistentemente las cosas que mi pareja hace por mí y expresar gratitud por ellas. Reconocer mis errores y asumir la responsabilidad por ellos. Trabajar con mi pareja para encontrar soluciones para nuestros problemas y desacuerdos que nos satisfagan a ambos. Buscar ayuda de un pastor consejero si no podemos resolver nuestros temas por cuenta propia. Siempre hablarle a mi pareja con respeto. Siempre tratar a mi pareja con respeto y dignidad. "Pelear limpio". Nunca pelear con mi pareja frente a nuestros hijos. Apoyar y alentar el crecimiento personal de mi pareja. Luchar siempre para ser un buen amigo de mi pareja y compartir sus batallas personales. Hacer que mi pareja sea mi prioridad número uno: no mi carrera, los niños ni mis padres. Mantener límites "sanos" entre mí y las personas del sexo opuesto. Ser financieramente responsable. Dejar que mi pareja sepa en dónde estoy, adónde estoy yendo, qué estoy haciendo y con quién estoy. Permitir que mi pareja tenga su espacio y privacidad. Nunca amenazar a mi pareja con el divorcio...
¡Ser un caballero, pues¡ Ahora sabe lo que significa!
¿Quiere usted que su esposa lo vea parecido a Jesùs? Sea caballero con ella. No con las hermanas de su congregaciòn ni con las señoras de la oficina solamente... Con su esposa. Es ella quien lo ve de cerca realmente...
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