ENAMORADA... ¿DE QUIEN?
Hablemos claro: hay mucha gente enamorada de sì misma. Se ven a traves de los ojos de otras personas.
Cuando estàn con su prometido o prometida, les gusta escuchar palabras que les hagan sentir bien. Y eso es indicio que quieren saber como los ven los demàs. Claro, en el enamoramiento abundan las palabras hermosas...
Me gustan tus ojos. Eso da seguridad en sì mismo o en si misma...
Me gusta tu piel. ¿A quien no le agrada que su piel sea agradable a otra persona?
Me gusta tu pelo. ¡Oh! què gusto arreglarme el pelo para seguir escuchando esas hermosas palabras...
Hay una frase muy romàntica que dice una gran verdad: "Me gusta lo que siento cuando estoy contigo" Pareciera que se le està diciendo a la otra persona que es muy especial, que nos hace sentir bien porque es hermosa o muy guapo o porque nos sentimos arropados por su cariño y su protecciòn... Pero no es asì. Me siento bien quiere decir eso: Yo me siento bien. No importa como te sientas tù. Aquì lo que està en juego es como me siento yo. Egoìsmo puro. Egoismo al cien por ciento. Por eso vemos parejas que no hay manera que se dejen. Se vuelven paranoicos a la hora de dejar ir al otro. Pasan los años y no hay boda. No, para què si asì estamos bien. Mientras tanto, el tiempo pasa para ella. Sus amigas ya la tienen cansada de tanto preguntar: "¿Y para cuando es la boda"? Lo que en realidad sucede es que el enamorado que anda con ella no està enamorado de ella sino del amor que ella le brinda. No piensa en el matrimonio porque sabe que eso es otro nivel. Que allì ya no habrà la atenciòn ni las palabras, ni las miradas de admiraciòn que ahora se le brinda... Y asì pasan los años. Èl, sintièndose bien con ella y ella esperando lo que nunca llegarà...
Por eso es necesario saber de quien estamos realmente enamorados. Si de la persona o de lo que la otra persona nos hace sentir. El amor es algo mucho màs profundo que andar tomados de la mano tomando cafè, escondièndonos en algùn restaurante romántico, comiendo a la luz de las velas que ponen contra las moscas y haciendo a veces cosas que no tienen sentido. Estar enamorado es hacer planes a favor de la otra persona. Te amo, por eso quiero pasar el resto de mi vida a tu lado. Sè que no estoy preparado (¿Y quien lo està?) sin embargo estoy dispuesto o dispuesta a aprender en el camino si tù me lo permites... Eso es otra cosa. Eso es amor. Hacer sentir bien al otro. Morir por èl o por ella. Morir al "yo", morir a mis deseos egoìstas, morir a mis intereses para vivir por los tuyos.
Asì que si su relaciòn ya lleva algunos años peligrando en la tangente entre novios o "marinovios", si en el futuro no se ven señales de matrimonio porque uno de los dos se està negando a dejar ese estado de romanticismo... ¡Cuidado! es muy posible que no estèn enamorados el uno del otro sino de ustedes mismos. Quizà por eso el poeta escribiò estas lineas: "Me gustas cuando callas, porque estàs como ausente" Realmente es muy horrible estar escuchando a un hombre o una mujer hablando sin parar cuando lo que quiero es descansar de oìr hablar gente... Y en el matrimonio obligadamente tengo que escuchar lo que tiene que decir mi cònyuge... Me guste o no...
Cuando estàn con su prometido o prometida, les gusta escuchar palabras que les hagan sentir bien. Y eso es indicio que quieren saber como los ven los demàs. Claro, en el enamoramiento abundan las palabras hermosas...
Me gustan tus ojos. Eso da seguridad en sì mismo o en si misma...
Me gusta tu piel. ¿A quien no le agrada que su piel sea agradable a otra persona?
Me gusta tu pelo. ¡Oh! què gusto arreglarme el pelo para seguir escuchando esas hermosas palabras...
Hay una frase muy romàntica que dice una gran verdad: "Me gusta lo que siento cuando estoy contigo" Pareciera que se le està diciendo a la otra persona que es muy especial, que nos hace sentir bien porque es hermosa o muy guapo o porque nos sentimos arropados por su cariño y su protecciòn... Pero no es asì. Me siento bien quiere decir eso: Yo me siento bien. No importa como te sientas tù. Aquì lo que està en juego es como me siento yo. Egoìsmo puro. Egoismo al cien por ciento. Por eso vemos parejas que no hay manera que se dejen. Se vuelven paranoicos a la hora de dejar ir al otro. Pasan los años y no hay boda. No, para què si asì estamos bien. Mientras tanto, el tiempo pasa para ella. Sus amigas ya la tienen cansada de tanto preguntar: "¿Y para cuando es la boda"? Lo que en realidad sucede es que el enamorado que anda con ella no està enamorado de ella sino del amor que ella le brinda. No piensa en el matrimonio porque sabe que eso es otro nivel. Que allì ya no habrà la atenciòn ni las palabras, ni las miradas de admiraciòn que ahora se le brinda... Y asì pasan los años. Èl, sintièndose bien con ella y ella esperando lo que nunca llegarà...
Por eso es necesario saber de quien estamos realmente enamorados. Si de la persona o de lo que la otra persona nos hace sentir. El amor es algo mucho màs profundo que andar tomados de la mano tomando cafè, escondièndonos en algùn restaurante romántico, comiendo a la luz de las velas que ponen contra las moscas y haciendo a veces cosas que no tienen sentido. Estar enamorado es hacer planes a favor de la otra persona. Te amo, por eso quiero pasar el resto de mi vida a tu lado. Sè que no estoy preparado (¿Y quien lo està?) sin embargo estoy dispuesto o dispuesta a aprender en el camino si tù me lo permites... Eso es otra cosa. Eso es amor. Hacer sentir bien al otro. Morir por èl o por ella. Morir al "yo", morir a mis deseos egoìstas, morir a mis intereses para vivir por los tuyos.
Asì que si su relaciòn ya lleva algunos años peligrando en la tangente entre novios o "marinovios", si en el futuro no se ven señales de matrimonio porque uno de los dos se està negando a dejar ese estado de romanticismo... ¡Cuidado! es muy posible que no estèn enamorados el uno del otro sino de ustedes mismos. Quizà por eso el poeta escribiò estas lineas: "Me gustas cuando callas, porque estàs como ausente" Realmente es muy horrible estar escuchando a un hombre o una mujer hablando sin parar cuando lo que quiero es descansar de oìr hablar gente... Y en el matrimonio obligadamente tengo que escuchar lo que tiene que decir mi cònyuge... Me guste o no...
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