LA REALIDAD... ENFÒCATE

Demasiada gente hoy en día vive en una ilusión y se escapa al mundo prefabricado de las películas, o al mundo de la realidad virtual.

Pero, ¿acaso no es más hermosa la realidad? ¿No preferirías sentir el amor en vez de verlo en una película? ¿No preferirías sentir la emoción de la aventura en vez de simularla en un parque de diversiones? ¿No preferirías alcanzar la grandeza en vez de alucinar que eres Cleopatra?

Todos sabemos que hay algo de la vida que es realmente fantástico, emocionante, que nos quita el aliento.

Si es así, entonces ¿por qué hay tanta gente desdichada? La respuesta es muy sencilla: ¡Porque no están enfocados en la realidad! Una persona puede fingir que tiene todo bajo control, aunque en realidad se está engañando a sí misma. La realidad es absoluta. En cualquier momento, ya sea de día o de noche, puedes soñar y decidir no relacionarte con ella, pero la realidad sigue estando ahí.

Me vienen a la mente estos pensamientos porque anoche estuve platicando con mi amigo Cèsar quien es vendedor de publicidad por televisiòn. Me enseñò que los mejores tiempos y màs cotizados del mercado televisivo es el tiempo de las telenovelas.

¡Asombroso! pensè yo. No creì que las telenovelas tuvieran tanto auge en este paìs. Sin embargo las estadìsticas dicen que sì. Es el segmento que màs escoge la gente... Todo para huir de la realidad. Muchas mujeres buscan ver en la pantalla chica los ìconos de hombres valientes, varoniles y guapos que defienden a capa y espada a sus amadas. Ellas quieren y viven esa clase de fantasìas porque realmente no hay hombres que cumplan su rol de ser verdaderamente hombres del hogar, de la casa y en la vida de muchas mujeres.

Claro, me expongo a la crìtica al escribir esto y generalizar, pero estoy convencido que hoy por hoy el hombre ha sufrido cierta castraciòn de su varonilidad a causa de la simbiosis que se està dando en nuestra sociedad masculina: Hombres que se depilan las cejas. Se hacen tratamientos faciales. Se quitan el vello axilar. Se tatùan figuras inèditas en los brazos y siempre quieren verse màs guapos que el galàn de la telenovela. Han perdido su verdadero sentido de ser hombres y se han vuelto varones. Sin ese "àngel" que tuvieron nuestros modelos de la dècada pasada. 

Hoy ya no hay solo un segmento para hombres. Hay tres: Los sexuales, los metrosexuales y los homosexuales. Y las mujeres ya no saben en donde encontrar un verdadero hombre. No uno que las golpee y las rebaje a un mero objeto sexual, sino un hombre que la haga sentir protegida, cubierta de amor y ternura. 

Por eso no me volverè a sorprender cuando las estadìsticas televisivas nos digan que las mujeres estàn perdiendo su sentido de realidad al querer seguir soñando con esos hombres utòpicos de las telenovelas. Tienen algo de razòn al querer vivir de ilusiones porque la realidad no les depara nada realmente bueno.

A menos, claro està, que permitamos que el Espìritu Santo nos ayude a mantener nuestra imagen original que creò Dios en el Edèn cuando dijo: "Hagamos al hombre..."