PARA MADRES...

Señoras: Ya va siendo hora que pongan màs atenciòn en como estàn criando a sus hijas... De lo contrario ellas continuaràn siendo lo que Dios no planeò para sus vidas. 

Ustedes, las madres son las encargadas de poner los puntos sobre las íes con respecto a sus niñas...

Ayer fui a una congregaciòn a predicar y vi entre las asistentes a una niña como de unos diez y siete años cargando y dando el pecho a una criatura de unos ocho meses de nacida. A su lado estaba su madre observando como su hija era ya una madre criando a una niña dependiente y necesitada de un amor, cuidado y ternura que esa hija no podìa darle. Puede darle el pecho pero no todo lo que esa criatura necesitarà... ¿Por què? Porque ella misma aùn necesita el cuidado de su madre, ahora abuela...

¿Què esta pasando en nuestra sociedad? Pero debiera preguntar: ¿Què està sucediendo en nuestras congregaciones? ¿Què està pasando en la Iglesia de Cristo? Ya no hay ninguna diferencia entre la sociedad secular y la sociedad cristiana. Se supone que nosotros somos los paradigmas para el mundo que necesita ejemplos dignos de imitar. Se supone que los hogares cristianos son los espejos donde deben verse los otros para vivir de la manera en que la Biblia ordena. Pero tristemente el mundo secular invadiò nuestras congregaciones y ahora somos clones del mundo... incluyendo la vida sexual de nuestros hijos...

Con tristeza he notado que nuestras jovenes tambièn son objeto de uso sexual por los muchachos que se han convertido en lo que yo les llamo "depredadores evangèlicos". Nuestras congregaciones estàn llenas de muchachos buscando aventuras sexuales, embarazando muchachas incautas, necesitadas de cariño y amor, ignorando que lo que ese pìcaro quiere es llevarla a la cama y luego abandonarla para buscarse otra en la siguiente congregaciòn.

¿Y las mamàs? ¿Orando? ¿Ayunando? ¿Haciendo vendimias para ayudar al pastor mientras dejan a sus hijas a merced de estos depredadores?

Señoras: Sus hijas estàn gritando: ¡Merecemos algo mejor! Ellas debieran ser tratadas con dignidad. Debieran ser ellas mismas y no copias de los ìconos de moda. Yo creo que ustedes han defraudado a sus hijas. No han imbuìdo en ellas un sentido de valor interno. Sus hijas son ùnicas, maravillosas, son tan preciosas. Ustedes debieran enseñarles a tener la capacidad de elegir, què compartir, cuàndo compartir, con quièn compartir, de acuerdo a los principios y tèrminos de la dignidad que la Biblia ordena...

Para que sus hijas sean verdaderas princesas, ustedes, las madres, debieran ser reinas y enseñarles como comportarse con dignidad, como apreciar el ser interior màs que el exterior, tener el coraje de defenderse y arriesgar la soledad temporal por una vida de placer y sin sentido...

En Guatemala decimos: Mejor sola... que mal acompañada... Piènselo. Dios le pedirà cuentas de su herencia...