BUENOS O MEJORES...
Recientemente estuve platicando con una persona que me hablò de su matrimonio...
Habìan tenido una pequeña discusiòn con su esposa y èl me decìa: "Me siento frustrado porque por màs que trato de ser bueno con ella no lo logro. Me ha llevado un buen tiempo tratar de mantener mi relaciòn agradable delante del Señor y no puedo. Siento que me estoy cansando..."
Y este es uno de los desafìos màs desalentadores en muchos matrimonios.
Tanto ellos como ellas tratan de ser "buenos" esposos, "buenas" esposas. Esto de por sè, ya es un imposible de lograr. Por algo la Escritura dice que nadie es bueno. "No hay bueno ni uno. Solo Dios". Debo confesar que yo mismo pasè por este sìndrome de querer ser bueno.
Yo tambièn sufrì las consecuencias. Es una cuestiòn de semàntica. Cuando aprendì la diferencia entre ser bueno y mejor entonces encontrè la calzada bien pavimentada para caminar hacia un matrimonio con menos dificultades y conflictos.
Porque no es lo mismo ser bueno que mejor. Ser bueno es algo que està fuera de mi alcance. Ser mejor es algo que estoy logrando dìa a dìa...
Todos sabemos que el hombre cambia. Para bien o para mal pero cambia. Y junto con el hombre o la mujer, cambia el matrimonio, la familia, la sociedad y la Iglesia.
Una esposa abandonò a su familia por ir a perseguir el sueño americano. Se fue sin decir adios porque no querìa herirlos ni sentirse ella lastimada por la despedida. Se fue solo asì. Un dìa amaneciò, desayunaron juntos, lavò los trastos y el se fue al trabajo y ellos al colegio. Cuando volvieron ya no estaba. Solo una nota pegada al refrigerador: "Me fuì al norte a buscar un horizonte mejor para ustedes." Todos sufrieron, lloraron y empezaron una larga espera del regreso de la esposa y madre. Hablaron con Dios, oraron y se dispusieron a esperar con fe en los resultados. Ella, al ver que la cosa no era tan fàcil como pensò, les llamò por telèfono a los veinte dìas y le dijo al esposo que ella solo querìa ser "buena" esposa y madre. No lo logrò. ¿Podrìa èl mandarle dinero para su regreso? Èl hizo todo lo posible para reunir el dinero y lo enviò. Al poco tiempo ella estaba de regreso y platicaron conmigo. Mi consejo les ayudò a salir adelante y hoy son un matrimonio feliz y estàn todos juntos...
No trate de ser buena esposa. O buena madre. O buena cristiana. O buen trabajador. O buen padre... Solo trate de ser mejor. Mejor de lo que es actualmente. Mejore sus relaciones. Mejore su imagen. Mejore su educaciòn. Mejore su salario. Mejore su vida...
Mejore su relaciòn con el Señor y verà mejores resultados. Y haga lo que dijo Jesùs: "Echa sobre mì tu carga y Yo te darè descanso..."
Habìan tenido una pequeña discusiòn con su esposa y èl me decìa: "Me siento frustrado porque por màs que trato de ser bueno con ella no lo logro. Me ha llevado un buen tiempo tratar de mantener mi relaciòn agradable delante del Señor y no puedo. Siento que me estoy cansando..."
Y este es uno de los desafìos màs desalentadores en muchos matrimonios.
Tanto ellos como ellas tratan de ser "buenos" esposos, "buenas" esposas. Esto de por sè, ya es un imposible de lograr. Por algo la Escritura dice que nadie es bueno. "No hay bueno ni uno. Solo Dios". Debo confesar que yo mismo pasè por este sìndrome de querer ser bueno.
Yo tambièn sufrì las consecuencias. Es una cuestiòn de semàntica. Cuando aprendì la diferencia entre ser bueno y mejor entonces encontrè la calzada bien pavimentada para caminar hacia un matrimonio con menos dificultades y conflictos.
Porque no es lo mismo ser bueno que mejor. Ser bueno es algo que està fuera de mi alcance. Ser mejor es algo que estoy logrando dìa a dìa...
Todos sabemos que el hombre cambia. Para bien o para mal pero cambia. Y junto con el hombre o la mujer, cambia el matrimonio, la familia, la sociedad y la Iglesia.
Una esposa abandonò a su familia por ir a perseguir el sueño americano. Se fue sin decir adios porque no querìa herirlos ni sentirse ella lastimada por la despedida. Se fue solo asì. Un dìa amaneciò, desayunaron juntos, lavò los trastos y el se fue al trabajo y ellos al colegio. Cuando volvieron ya no estaba. Solo una nota pegada al refrigerador: "Me fuì al norte a buscar un horizonte mejor para ustedes." Todos sufrieron, lloraron y empezaron una larga espera del regreso de la esposa y madre. Hablaron con Dios, oraron y se dispusieron a esperar con fe en los resultados. Ella, al ver que la cosa no era tan fàcil como pensò, les llamò por telèfono a los veinte dìas y le dijo al esposo que ella solo querìa ser "buena" esposa y madre. No lo logrò. ¿Podrìa èl mandarle dinero para su regreso? Èl hizo todo lo posible para reunir el dinero y lo enviò. Al poco tiempo ella estaba de regreso y platicaron conmigo. Mi consejo les ayudò a salir adelante y hoy son un matrimonio feliz y estàn todos juntos...
No trate de ser buena esposa. O buena madre. O buena cristiana. O buen trabajador. O buen padre... Solo trate de ser mejor. Mejor de lo que es actualmente. Mejore sus relaciones. Mejore su imagen. Mejore su educaciòn. Mejore su salario. Mejore su vida...
Mejore su relaciòn con el Señor y verà mejores resultados. Y haga lo que dijo Jesùs: "Echa sobre mì tu carga y Yo te darè descanso..."
Buenos días pastor! soy una esposa que ha pensado así siempre querer ser buena en todo tanto con mis hijos como con mi esposo; y creo que por eso he cometido muchos errores en mi matrimonio, ahora si mi esposo ha dejado de confiar en mi y hemos perdido nuestra comunicación, cómo me aconsejaría que vuelva a recuperar la comunicación con mi esposo y sobre todo poder ser sincera con él sobre mis sentimientos y cómo me hace sentir él a mi?? o solo debo mejorar en las cosas y dejar que sea Dios el que trabaje en él?
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