TIEMPO A SOLAS... ¿LO TIENEN?
Aparentemente, tener suficiente espacio o privacidad en una relación, es incluso más importante para la felicidad de una pareja que una buena vida íntima. Esta idea no recibe tanta atención como la otra, pero en realidad es una necesidad muy fuerte que, si es desatendida, puede causar estragos en la felicidad matrimonial de una pareja.
En una historia que me contaron una mujer casada descubrió un recibo de una cena en un restaurante durante un momento en que su esposo dijo que estaba trabajando. Sonaron las campanas de alarma y ella se imaginó lo peor. Pero no era lo que ella pensaba. Su esposo solamente necesitaba un poco de tiempo a solas.
Podrías pensar que decirle a ella directamente hubiera sido una ruta más simple. ¿Para qué causar toda esa preocupación y ansiedad innecesarias? Pero no es tan fácil decirle a nuestra pareja que necesitamos espacio. Puede sonar hiriente. Puede parecer rechazo.
Se requiere confianza y fuerza para reconocer la necesidad de privacidad de tu pareja y permitirle satisfacerla sin ti.
Algunas personas ansían privacidad más que otras. Para aquellos que lo hacen, estar alrededor de personas, incluso familia que ellos aman, puede parecer sofocante. Los hace sentir como que no pueden respirar . Pero, ¿cómo le dices eso a tu querido cònyuge? ¿Cómo pueden llegar a entender que se trata de ti y no de ellos?
La necesidad de privacidad, de espacio para respirar, es profunda y primordial. No es algo que te pueden convencer para que dejes de lado, o que aprendas a vivir sin ello, sin una consecuencia física. No es que las personas que son más privadas no disfrutan conversar, socializar, trabajar y jugar con otros. Aquellos que disfrutan la privacidad no son necesariamente ermitaños o asesinos en serie, tampoco seres solitarios en la periferia de la sociedad.
Ellos son como tú y yo, personas que se renuevan y se reenergizan pasando un poco de tiempo a solas.
Y esa es, por supuesto, la forma de explicárselo a nuestras parejas. “Seré una mejor esposa para ti después de este tiempo a solas”. “Seré un esposo más atento si me das un poco de espacio”, “Esto no se trata de tiempo lejos de ti; esto es para disfrutar más nuestro tiempo juntos”. Requiere tacto, consideración y sinceridad. Debemos escoger nuestras palabras con cuidado. Pero no podemos ignorar esta necesidad básica. Si lo hacemos, terminaremos sufriendo ¡y también todas las personas a nuestro alrededor terminarán sufriendo!
Mi esposa y yo tenemos un dìa libre para cada uno de nosotros. Hemos llegado a un acuerdo en que los viernes ella almuerza con alguna hermana de la congregaciòn y yo por mi parte me reúno con hermanos con quienes comparto Palabra y nos distraemos por unas horas. Pasado el almuerzo nos volvemos a reunir en nuestra casa... pero ya estamos oxigenados y hemos disfrutado por unas horas de un precioso tiempo solo para nosotros.
Hemos visto que ese tiempo que nos hemos brindado para estar a solas o con amigos y hermanos nos es muy ùtil para mantener nuestra relaciòn con elementos frescos y revitalizamos nuestro matrimonio...Y, habiendo dicho todo esto, aún debemos recordar dedicar la mayoría de nuestro tiempo y energía a nuestros matrimonios y pasar nuestro tiempo libre con nuestra pareja, no lejos de ellos.
Si ustedes pueden hacerlo, hàganlo para bien de ustedes mismos y su matrimonio. Veràn grandes resultados y el Señor serà glorificado en sus vidas y ministerio...
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