REGALANDO PERDON...

Nuestras relaciones se fortalecen o debilitan por cientos de pequeñas interacciones y mensajes que compartimos unos con otros. Cuando prestamos atención, ofrecemos ayuda, empatía o agradecemos por algo, fortalecemos nuestras relaciones. Cuando tu pareja espera que estés allì para ella y tù la ignoras, le das poca atenciòn o te olvidas de ella, estas creando una grieta en tu relaciòn. Incluso puedes llegar a generar resentimiento. El ambiente se torna menos afectuoso y la relaciòn empieza a tener graves problemas...

Un importante método para reparar la relación es pedir perdón. Puede ayudarte a recuperar la relación y a curar una herida cuando lo que ofreces es una auténtica disculpa. Los consejeros matrimoniales dicen que las disculpas sinceras son una característica muy importante de los matrimonios sanos. Una disculpa sincera incluye responsabilizarse por lo hecho, remordimiento y arrepentimiento. Algo muy raro en nuestra cultura machista...
Las mujeres aprecian el beneficio de reconectarse con alguien que ha sido herido, mientras que los hombres ven a la disculpa como un deterioro en su imagen. Para un hombre, admitir haber hecho algo mal es un ataque a su ego; los hombres están más conscientes de su estatus y de cómo su posición de poder es percibida. Entonces, mientras que la mujer puede sentirse enriquecida por el fortalecimiento de la relación generado por su disculpa, el hombre puede terminar a menudo sintiéndose disminuido después de la disculpa. Así, vemos que las disculpas se le pueden presentar al hombre como un desafío en la relación marital. Hemos aprendido que hay diferencias entre la forma en que los hombres y las mujeres ven y sienten las disculpas. Una mujer se disculpa para conservar la relación, y se siente bien por sus esfuerzos. Cuando un hombre se disculpa, termina teniendo una sensación de pérdida.
 La gente a veces es reacia a disculparse por la misma razón que los hombres dudan hacerlo: un padre o un jefe pueden temer perder su estatus. Pero no disculparse cuando sí se justifica da la impresión de que tu estatus es más importante para ti que tu relación con la otra persona. Como padre o esposo, también pierdes credibilidad por no disculparte. 
A menudo necesitas disculparte porque has violado un principio o un estándar que tu esperarías que la otra persona respete. Eso es un tema principalmente para los padres, porque eres el modelo a seguir para tus hijos. El aspecto más importante de ser un modelo a seguir es ser auténtico, es decir, hacer lo que dices que harás.
Una relación sana y amorosa es imposible sin el perdón. No puedes tener una relación amorosa y satisfactoria si constantemente guardas rencor por cosas que ocurrieron en el pasado. No perdonar significa aferrarte a sentimientos de resentimiento y culpabilidad, lo cual no es sano para una buena relación.
La Biblia enfatiza los beneficios que tiene para la salud el hecho de abandonar los rencores y la amargura, incluso sin que la otra parte se disculpe. Estos beneficios para la salud incluyen: menos estrés y hostilidad, menos presión sanguínea, menos síntomas de depresión, ansiedad y dolores crónicos. 
Incluso hay quienes hablan a favor de iniciar el perdón. Puedes ofrecérselo a la persona que te hirió como un regalo, especialmente si es alguien con quien tienes una buena relación. El fortalecimiento de tus relaciones surge de la capacidad para perdonar.

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