CARTAS...
Creo que los matrimonios se estàn perdiendo de algo... De algo que puede mantener el romanticismo en sus vidas...
Naturalmente que soy un miembro màs de los usuarios de la tecnologìa. E-mails, Biblia en lìnea y otras linduras del presente... Pero esto nos està privando de algo hermoso: escribir cartas...
Estoy casi seguro que muchos de los que me leen, en sus tiempos de enamoramiento se escribieron cartas de amor. Màs de algùn papelito con figuritas y corazoncitos en las esquinas quedaron como mudos testimonios de los tiempos romànticos del principio de su relaciòn...
Cada vez que uno de ustedes recibìa ese dichoso papel a veces mal doblado, y otras tan impersonal como una servilleta de comedor barato, pero el hecho de tenerlo doblado en la palma de la mano esperando el momento de abrirlo y leer lo que la persona amada habìa escrito era todo un misterio... Temblor de manos, la boca seca por el estres, cierto dolorcito de estòmago... y ¡bum! leerlo una y otra vez...
¿Què misterio encerraba esa carta? La letra...
La letra de la persona amada tenìa algo tan especial. Era como tenerlo cerca. Era como tocarlo. Estoy màs que seguro que ese papel permanecìa abierto en la mano si no horas, por lo menos un buen tiempo. Observando. ¿Observando que? La letra. La forma en que escribìa la s. Las curvas de la a. El estilo de su m... y otros detalles. La letra le acercaba a su amado o amada. Con solo ver la letra escrita formando palabras hacìan arder el corazòn de ilusiòn llenando sus momentos de emociòn y romanticismo...
Y luego... ¿què hacìa con esos retazos de papel? ¡Ah! A guardarlos en una cajita muy especial, quizà escondida en el rincòn del ropero, amarrada con una cinta de celofàn la cual abrìa de dìa en dìa para volver a leer lo que le habìan escrito antes...
¿No era hermoso? ¿Acaso no fue hermoso? Pero ahora dudo mucho que ustedes impriman un E-mail y lo guarden en una cajita especial. Dudo que impriman una hoja de Facebook y le pongan corazoncitos rojos y verdes y lo envìen en un sobre a la persona amada... Lo dudo...
Eso me dice que el romanticismo està pasando de moda. Y los matrimonios se estàn volviendo secos. Àridos. Parecen desiertos sin agua. No hay àrboles a la vista en muchos kilòmetros...
Hoy les invito a escribir nuevamente alguna notita a su cònyuge. Recuèrdele de esa manera que pensò en èl o en ella. Que aùn sigue siendo interesante para su vida. Use su letra otra vez y olvìdese de la compu por un momento...
Cada mes acostumbro hacerle un sobre a mi esposa con algo dentro... Lo importante no es lo que va a adentro sino lo que le pongo afuera... Con mi puño y letra... Trato de no olvidar ese detalle...
Naturalmente que soy un miembro màs de los usuarios de la tecnologìa. E-mails, Biblia en lìnea y otras linduras del presente... Pero esto nos està privando de algo hermoso: escribir cartas...
Estoy casi seguro que muchos de los que me leen, en sus tiempos de enamoramiento se escribieron cartas de amor. Màs de algùn papelito con figuritas y corazoncitos en las esquinas quedaron como mudos testimonios de los tiempos romànticos del principio de su relaciòn...
Cada vez que uno de ustedes recibìa ese dichoso papel a veces mal doblado, y otras tan impersonal como una servilleta de comedor barato, pero el hecho de tenerlo doblado en la palma de la mano esperando el momento de abrirlo y leer lo que la persona amada habìa escrito era todo un misterio... Temblor de manos, la boca seca por el estres, cierto dolorcito de estòmago... y ¡bum! leerlo una y otra vez...
¿Què misterio encerraba esa carta? La letra...
La letra de la persona amada tenìa algo tan especial. Era como tenerlo cerca. Era como tocarlo. Estoy màs que seguro que ese papel permanecìa abierto en la mano si no horas, por lo menos un buen tiempo. Observando. ¿Observando que? La letra. La forma en que escribìa la s. Las curvas de la a. El estilo de su m... y otros detalles. La letra le acercaba a su amado o amada. Con solo ver la letra escrita formando palabras hacìan arder el corazòn de ilusiòn llenando sus momentos de emociòn y romanticismo...
Y luego... ¿què hacìa con esos retazos de papel? ¡Ah! A guardarlos en una cajita muy especial, quizà escondida en el rincòn del ropero, amarrada con una cinta de celofàn la cual abrìa de dìa en dìa para volver a leer lo que le habìan escrito antes...
¿No era hermoso? ¿Acaso no fue hermoso? Pero ahora dudo mucho que ustedes impriman un E-mail y lo guarden en una cajita especial. Dudo que impriman una hoja de Facebook y le pongan corazoncitos rojos y verdes y lo envìen en un sobre a la persona amada... Lo dudo...
Eso me dice que el romanticismo està pasando de moda. Y los matrimonios se estàn volviendo secos. Àridos. Parecen desiertos sin agua. No hay àrboles a la vista en muchos kilòmetros...
Hoy les invito a escribir nuevamente alguna notita a su cònyuge. Recuèrdele de esa manera que pensò en èl o en ella. Que aùn sigue siendo interesante para su vida. Use su letra otra vez y olvìdese de la compu por un momento...
Cada mes acostumbro hacerle un sobre a mi esposa con algo dentro... Lo importante no es lo que va a adentro sino lo que le pongo afuera... Con mi puño y letra... Trato de no olvidar ese detalle...
mi esposa guarda aún esos papeles informales que le daba cuando nos estabamos conociendo. Cursilerías y poesias con mala rima y métrica, pero que salían de lo más profundo. Yo también guardo mis cartas que ella me hacía. Gracias por esta Hermosa reflexión que nos reta a desempolvar el poeta que llevamos dentro,todo por el bien del matrimonio. Lo amo y bendigo a Dios por su vida
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