TRADICIONES

Hábitos tallados en piedra. Patrones conocidos de conducta.  Las tradiciones casi siempre tienen una historia colorida, pero muchos que practican fielmente las tradiciones no tienen la menor idea de cómo y por què comenzaron...

Frecuentemente las tradiciones adquieren un aura de ley.

Lo que tal vez fue una manera específica de expresar ciertos valores esenciales se vuelve mucho menos eficaz si se olvidan los valores.

La popularidad de Jesùs despertó la envidia y la preocupación entre los líderes religiosos de su tiempo.

Èl estaba rompiendo demasiadas reglas.  Sus discípulos estaban jugando con la tradición...

"..¿Por què no siguen tus discípulos la tradición de los ancianos, en vez de comer con manos impuras? Fue la gota que rebalsó el vaso. No se lavaban las manos antes de comer.

Poco a poco se había formado una inmensa colección de reglas para vivir que se suponía que reflejara la enseñanza central de la Palabra de Dios.  De hecho, muchas de ellas resultaron ser maneras sutiles de desviar y contradecir las instrucciones de Dios.

Y eso mismo estamos viviendo hoy en dìa. Las tradiciones nos roban la libertad. Y, por favor, no estoy hablando de tradiciones religiosas. No es mi papel polemizar sobre ello. Jesùs es mi Señor y punto.

Las tradiciones que ataco son las que la sociedad me quiere imponer. Vestirme como ellos dicen. Peinarme como ellas dicen. Rasurarme las piernas, depilarme las cejas y volverme andrógino como ellos quieren.

Quieren quitarme mi personalidad y volverme como la masa. Quieren, antes de tiempo, tatuarme el 666 porque si no me parezco al resto de los mortales no podré comprar nada en el sùper.  Quieren que pierda la Imagen de Dios y tome la imagen del resto. Eso son las tradiciones de hoy.

Si no uso un Blackberry estoy desfasado. Si no hablo por iPhone veinticuatro horas al dìa estoy obsoleto. Si no utilizo el Messenger todo el tiempo estoy incomunicado. Si oro no sè a què época pertenezco. Si creo en Jesucristo estoy en otra dimensión   Hoy hay que creer en los iconos del cine. En los drogadictos, viciosos y malcriados. Si digo "buenos días  a los que pasan, se me quedan viendo como animal raro.

Los fariseos del tiempo de Jesùs lo criticaron porque ni Èl ni sus alumnos seguían las tradiciones impuestas por los ancianos. Por los viejos. Por los más pícaros. Por los hedonistas y metrosexuales.

Jesùs los enojó porque Jesùs era, fue y es Jesùs. Y yo quiero seguirlo. Todavía me gusta decir "buenos días  a los que pasan a mi lado. Todavía me gusta tratar de usted a los adultos. Todavía me gusta creer en Dios... No en Messi ni en Maradona...

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