TRABAJANDO DURO... (final)
Ayer les ofrecì darles algunas pautas para hacer que su matrimonio funcione como dice la Palabra de Dios, no como dice la palabra del hombre. Hay una diferencia abismal entre ambos conceptos...
Actualizate...
Creemos que conocemos a nuestra pareja y que somos la misma persona que éramos cuando nos casamos. No lo somos. La vida pasa. Debemos mantenernos actualizados respecto a las emociones de nuestra pareja. No te quedes atascado creyendo que no hay nada nuevo que aprender sobre tu pareja. Compartan sus pensamientos, sus decepciones, y sus metas. Pregunten sobre sentimientos, gustos y disgustos. Visualicen la vida juntos. Atrévanse a soñar. No asuman que lo saben todo. No quieres despertarte un día y darte cuenta que no tienes idea quién es tu pareja.
Conoce a tu pareja...Nos enredamos en nuestros trabajos, nuestros hijos, nuestros amigos, incluso en nuestros propios ministerios. No nos damos cuenta de que la única persona que estamos descuidando más es nuestra pareja. Es importante fijar un tiempo aparte juntos y no solamente en tiempos de crisis. Establezcan sus propias tradiciones como una conversación diaria con una taza de café, un bocadillo nocturno o una salida a comer semanal. Este tiempo juntos debe ser sólo para ustedes, sin distracciones de iPhones. Si sienten que hay alguien que está debilitando su relación, deben buscar buenas soluciones juntos y no dejar que esta interferencia disuelva su lazo.
Muestra Respeto
El respeto crea matrimonios fuertes. Toda persona requiere el respeto de su pareja para sentirse apreciado y querido. Respeto significa que yo no hablo mal de mi pareja a mis hijos, amigos o parientes. No reacciono con sarcasmo, mirando hacia un lado o ridiculizando cuando mi pareja expresa pensamientos o emociones. Evito ataques personales y menosprecios cuando no estoy de acuerdo. Creo un ambiente seguro. Hay confianza entre nosotros. La intimidad florece cuando ambos se sienten libres de compartir ideas y saben que el otro está ahí sin importar lo que pase.
Seamos bondadosos
La palabra "amar" significa dar. El amor crece cuando yo invierto en mi relación entregando. Nos olvidamos que los pequeños gestos le muestran a nuestra pareja que no la damos por sentado. Es nuestra forma diaria de decir "te quiero y te aprecio. Eres importante para mí". Un estudio reciente encontró que pequeños actos de bondad fomentan la satisfacción matrimonial y que las personas que ponen primero las necesidades de su pareja se sienten más felices ellas mismas. No dejes que pase un día sin hacer algo agradable por tu pareja. Lavar los trastos, limpiar el jardín poner la mesa antes de la comida... pregúntate cómo puedes crear una atmósfera amorosa en tu hogar. Te darás cuenta de que tu lazo se hace más fuerte con el tiempo.
Seamos positivos
Escuchar siempre el lado negativo puede ser desagradable. Reconoce tus bendiciones y exprésalas. Cuando los tiempos son tensos, no caigas en un patrón de culpar a los demás y quejarte. Deja el ojo crítico y enfócate en lo positivo. Si sientes que esto va en contra de tu naturaleza, ten presente que tendrás que trabajar mucho para hacerlo y así no te sentirás amargado y malhumorado. Frénate a ti mismo, no expreses constante crítica. Busca lo bueno en las personas y en las situaciones. No olviden reír juntos. Una relación que es positiva se enfoca en la fe, la esperanza, y en la creencia de que compartiremos nuestro futuro juntos con alegría. Superaremos cosas y resistiremos juntos. Nuestro amor se fortalece en ese momento.
Cuando trabajamos en nuestros matrimonios y entregamos de nosotros sin expectativas, descubrimos amor y comprensión. Accedemos a una alegría que nos sustenta y que se queda con nosotros para siempre. Este es el verdadero "felices para siempre".
Y, ahora... ¡A trabajar duro! Recuerda esto: La última persona que se irà del cementerio cuando nos entierren, quizá sea nuestra pareja... Cuidemosla...
Comentarios
Publicar un comentario