PARA RECIEN CASADOS...Y OTROS...
Gènesis 24:67 Entonces Isaac la trajo a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca y ella fue su mujer, y la amó.
Mi pastor Vladimiro Vasquez me ha enseñado muchas cosas con respecto a las Escrituras... Y una de ellas es saber conocer cuándo y por què las palabras están donde están Y esta mañana, leyendo mi porción diaria, encontré algo que me llamó la atención Y eso es lo que quiero compartir con ustedes hoy... Especialmente con los recién casados. O a los que ya llevan sus añitos...Pongan atención...
Cuando Isaac ve a la dama que Eliezer trae a su tierra, averigua para què y el criado le explica que ella es quien ha cumplido los requisitos que puso ante el Señor para saber quien debía ocupar el otro lado de la cama del hijo de Abraham. Era ella, Rebeca la merecedora de tal privilegio... Y usted ha leìdo el encabezado. Sucedió algo que me confirma lo que hemos enseñado por muchos años a los matrimonios de nuestra congregación... Se aprende a amar en el camino...
El primer paso: Casarse. Ambos estàn radiantes. Èl bien rasurado y oloroso a Carolina Herrera. Ella, hermosa con su vestido de novia. Olorosa a Diamantes y Esmeraldas...Pero cuando nos casamos estamos enamorados. Nuestros sentidos se han conmocionado tanto que queremos estar al lado de la persona que atrapó nuestro corazòn. Muy bien. Quiero casarme contigo... ¿para què? Para hacerte feliz. Para acompañarte el resto de tu camino. Para que vivas a plenitud. Y otros ofrecimientos más .. Son los votos matrimoniales y hasta allí todo va bien. Nos ponemos el anillo y empezamos a vivir una aventura que cada dìa destapa la caja de Pandora de cada uno de los cónyuges...
El segundo paso: Amarnos. Aquí está el meollo del asunto. Vuelva a leer la cita que me inspirò este artículo y vera que Isaac primero se casó y después la amò... No es lo mismo estar enamorado de una guapura que amar sus "cositas" que no se conocen estando detrás del velo. Recordemos que ella, al verlo... se cubrió con el velo... Ese velo se fue quitando en el camino matrimonial. Se fueron develando los secretos escondidos de su alma, de su carácter de su forma de cocinar, de responder a las crisis, de si era celosa o no, si era tranquila o violenta, si era limpia o sucia, si era apasionada o fría .. En el camino a la eternidad Isaac tuvo que trabajar duro para "amarla".
Este paso es el vértice en el que muchos matrimonios fracasan. El divorcio aparece a las puertas cuando el le dice a ella:"ya no te amo" o ella le dice a èl: "no puedo seguir contigo porque..." Pero seamos pragmáticos y directos. Nunca se amaron. Amar es un camino. Es un sendero en el cual yo decido estar aunque me duela, aunque no me satisfagan mis gustos personales y egoístas las actitudes de mi pareja. Hice votos de hacerla feliz y lo lograré así me lleve el resto de mi vida... No hay tales palabras de "ya no te amo". No muchacho, tú nunca amaste a tu mujer. Disfrutaste su cuerpo, sus besos y caricias pero no amaste su alma imperfecta como la tuya... No te engañes hermana, tú nunca amaste a ese hombre que dejas tirado hoy en medio de la calle solo porque no llenó tus expectativas... Te enamoraste pero no lo amaste... Misterios del matrimonio, ¿verdad? Bueno, es lo que Cristo está haciendo con su esposa...Y le cuento que yo soy parte de ella. Esto me da la certeza que mi esposo me ama hasta llevarme a su Casa...
Mi pastor Vladimiro Vasquez me ha enseñado muchas cosas con respecto a las Escrituras... Y una de ellas es saber conocer cuándo y por què las palabras están donde están Y esta mañana, leyendo mi porción diaria, encontré algo que me llamó la atención Y eso es lo que quiero compartir con ustedes hoy... Especialmente con los recién casados. O a los que ya llevan sus añitos...Pongan atención...
Cuando Isaac ve a la dama que Eliezer trae a su tierra, averigua para què y el criado le explica que ella es quien ha cumplido los requisitos que puso ante el Señor para saber quien debía ocupar el otro lado de la cama del hijo de Abraham. Era ella, Rebeca la merecedora de tal privilegio... Y usted ha leìdo el encabezado. Sucedió algo que me confirma lo que hemos enseñado por muchos años a los matrimonios de nuestra congregación... Se aprende a amar en el camino...
El primer paso: Casarse. Ambos estàn radiantes. Èl bien rasurado y oloroso a Carolina Herrera. Ella, hermosa con su vestido de novia. Olorosa a Diamantes y Esmeraldas...Pero cuando nos casamos estamos enamorados. Nuestros sentidos se han conmocionado tanto que queremos estar al lado de la persona que atrapó nuestro corazòn. Muy bien. Quiero casarme contigo... ¿para què? Para hacerte feliz. Para acompañarte el resto de tu camino. Para que vivas a plenitud. Y otros ofrecimientos más .. Son los votos matrimoniales y hasta allí todo va bien. Nos ponemos el anillo y empezamos a vivir una aventura que cada dìa destapa la caja de Pandora de cada uno de los cónyuges...
El segundo paso: Amarnos. Aquí está el meollo del asunto. Vuelva a leer la cita que me inspirò este artículo y vera que Isaac primero se casó y después la amò... No es lo mismo estar enamorado de una guapura que amar sus "cositas" que no se conocen estando detrás del velo. Recordemos que ella, al verlo... se cubrió con el velo... Ese velo se fue quitando en el camino matrimonial. Se fueron develando los secretos escondidos de su alma, de su carácter de su forma de cocinar, de responder a las crisis, de si era celosa o no, si era tranquila o violenta, si era limpia o sucia, si era apasionada o fría .. En el camino a la eternidad Isaac tuvo que trabajar duro para "amarla".
Este paso es el vértice en el que muchos matrimonios fracasan. El divorcio aparece a las puertas cuando el le dice a ella:"ya no te amo" o ella le dice a èl: "no puedo seguir contigo porque..." Pero seamos pragmáticos y directos. Nunca se amaron. Amar es un camino. Es un sendero en el cual yo decido estar aunque me duela, aunque no me satisfagan mis gustos personales y egoístas las actitudes de mi pareja. Hice votos de hacerla feliz y lo lograré así me lleve el resto de mi vida... No hay tales palabras de "ya no te amo". No muchacho, tú nunca amaste a tu mujer. Disfrutaste su cuerpo, sus besos y caricias pero no amaste su alma imperfecta como la tuya... No te engañes hermana, tú nunca amaste a ese hombre que dejas tirado hoy en medio de la calle solo porque no llenó tus expectativas... Te enamoraste pero no lo amaste... Misterios del matrimonio, ¿verdad? Bueno, es lo que Cristo está haciendo con su esposa...Y le cuento que yo soy parte de ella. Esto me da la certeza que mi esposo me ama hasta llevarme a su Casa...
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