¿HASTA DONDE LLEGAREMOS?

No sabemos  si nació o se convirtió en paralítico  el resultado es el mismo: Dependencia total de otros. No podìa hacer nada por sì mismo.  Cuando la gente lo veía  no veía al hombre sino a un cuerpo que necesitaba un milagro.   Eso no fue lo que vio Jesùs, pero eso fue lo que vio la gente...

Y, por supuesto, fue lo que vieron sus amigos.  De modo que ellos hicieron lo que cualquiera de nosotros haría por un amigo... Creo yo...

Trataron de conseguirle ayuda.

Cuando sus amigos llegaron a donde estaba Jesùs, la casa estaba llena.  La gente se aglomeró en las entradas. Los niños se sentaron en las ventanas. Otros se asomaban por encima de los hombros.  ¿Cómo podìa este pequeño grupo de amigos llamar la atención de Jesùs?  Tenían que tomar una decisión...

¿Entramos o nos rendimos? Algunos de nosotros hubiéramos pensado: "Bueno, no es del Señor que Jesùs lo vea". "No es tiempo de su sanidad" "Quizá su pecado sea tan notorio en el Cielo que se niegan a darle su salud..." Eso diría la religión  No la fe.  La religión busca excusas para darse por vencida. La fe persiste. Toca. Llama. Piensa. Pide. Ora.

¿Què hubiera sucedido si los amigos se hubieran rendido? ¿Què tal si hubieran encogido sus hombros y murmurado algo acerca de la gran cantidad de gente y hubieran dicho que se les estaba enfriando la cena y se hubieran ido? ¿Què si su esposa lo esperaba para ir a la Iglesia? De todas maneras ya habìan hecho suficiente para llegar hasta allí  Ese podría haber sido su mejor esfuerzo. Llegaron, tocaron pero estaba lleno. Ni modo, amigo, no se pudo. Otra vez serà... Habían tratado de hacer una buena obra. ¿ Quién los podría culpar por regresar? Uno puede hacer cosas por alguien hasta cierto límite   Pero estos amigos no habían hecho lo suficiente...

Uno dijo que tenía una idea. Los cuatro se apiñaron alrededor del paralítico y escucharon el plan de subirse hasta el techo de la casa, hacer un hoyo y bajar a su amigo con sus cinchos...

Era arriesgado. Se podían caer. Era peligroso. Èl se podìa caer. No era muy correcto, quitar el techo era algo ofensivo a la sociedad. Era impertinente, Jesùs estaba ocupado. No interrumpan el culto por favor... Pero era la ùnica oportunidad que tenían de ver al Maestro. Así que se subieron hasta el techo.

Esas cosas son las que hace la fe. Hace lo inesperado. La fe llama la atención de Dios. Dios se conmovió por la escena de fe. Así que detiene su mensaje y atiende a los amigos. Y al amigo de ellos. Y usted sabe el resto. No solo lo sana, también lo salva. "Tus pecados te son perdonados" le dijo.

Todo porque sus amigos hicieron algo más  Caminaron la segunda milla. Dieron también la capa. No solo el pan, también el café  No solo un pequeño toque, también un abrazo. Llegaron caminando cuatro y regresaron caminando cinco... ¿Hasta dónde hubiéramos llegado nosotros...?

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