SI YO HUBIERA SIDO JESUS...
Difícilmente hubiera escogido a los apòstoles que El escogiò... Yo hubiera escogido àngeles. De los que vieron partir el Mar Rojo y el Rìo Jordàn. Si yo hubiera sido Jesùs yo hubiera escogido àngeles obedientes y no hombres de mal caràcter. Mi grupo apostòlico lo hubiera formado con querubines y serafines, o con Miguel y Gabriel, testigos oculares de la Gloria de Dios en su trono. Hubiera escogido al mensajero que hizo descender el fuego a Elìas. O al que le hablò a Manoa, el padre de Sansòn. O a los àngeles que hicieron caer fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra...
Yo hubiera escogido ángeles...
Pero no fue así con Jesùs.
Èl escogió hombres comunes y corrientes. Pedro, Andrés Juan y Mateo. Hombres de barro, que se cansaban, que alegaban por los primeros lugares. Hombres como yo, que querían el aplauso de la gente cuando se les daba de comer. Hombres que, cuando les llegó la tempestad temblaron de miedo y Èl les calmò el mar. Cuando no tuvieron ni un centavo para pagar el impuesto, Èl les proveyó. Cuando no tuvieron vino para la fiesta Èl llenó las tinajas y cuando no hubo pan para darles de comer Èl hizo que sobrara...
Porque Èl vino a servir y no a ser servido...
Èl permitió que una mujer en Samaria interrumpiera su descanso en el pozo.
Una adúltera interrumpió su sermón en la casa de Simòn...
Una mujer con flujo de sangre le interrumpió la visita a un padre angustiado...
Así fue Jesùs. Èl no era ni serà ni es como yo. Aunque se hizo como yo por eso me entiende y me perdona y me ama...
Ninguno de los apóstoles le lavò los pies pero Èl se los lavò a ellos. Ningún soldado bajo la cruz pidió perdón pero Èl se lo concedió Sus seguidores salieron como conejos asustados un jueves en la noche, Èl los buscò el domingo para mostrarles que estaba vivo. Pasò cuarenta días con sus amigos antes de irse a la Casa con el Padre...
¿Todo por què? Porque Èl vino para eso. Para servir...
¿Y usted? ¿Y yo? ¿Queremos ser como Jesùs...? Aquí hay algunas condiciones... ¡Ah! y menos mal que yo no fui Jesùs de Nazareth...
Yo hubiera escogido ángeles...
Pero no fue así con Jesùs.
Èl escogió hombres comunes y corrientes. Pedro, Andrés Juan y Mateo. Hombres de barro, que se cansaban, que alegaban por los primeros lugares. Hombres como yo, que querían el aplauso de la gente cuando se les daba de comer. Hombres que, cuando les llegó la tempestad temblaron de miedo y Èl les calmò el mar. Cuando no tuvieron ni un centavo para pagar el impuesto, Èl les proveyó. Cuando no tuvieron vino para la fiesta Èl llenó las tinajas y cuando no hubo pan para darles de comer Èl hizo que sobrara...
Porque Èl vino a servir y no a ser servido...
Èl permitió que una mujer en Samaria interrumpiera su descanso en el pozo.
Una adúltera interrumpió su sermón en la casa de Simòn...
Una mujer con flujo de sangre le interrumpió la visita a un padre angustiado...
Así fue Jesùs. Èl no era ni serà ni es como yo. Aunque se hizo como yo por eso me entiende y me perdona y me ama...
Ninguno de los apóstoles le lavò los pies pero Èl se los lavò a ellos. Ningún soldado bajo la cruz pidió perdón pero Èl se lo concedió Sus seguidores salieron como conejos asustados un jueves en la noche, Èl los buscò el domingo para mostrarles que estaba vivo. Pasò cuarenta días con sus amigos antes de irse a la Casa con el Padre...
¿Todo por què? Porque Èl vino para eso. Para servir...
¿Y usted? ¿Y yo? ¿Queremos ser como Jesùs...? Aquí hay algunas condiciones... ¡Ah! y menos mal que yo no fui Jesùs de Nazareth...
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