SEXO LIBRE: ¿LE IMPORTA A ALGUIEN?

Muchos cristianos aún siguen pensando como se piensa en el mundo del placer y del hedonismo.
Creen que con que no le hagan daño a su prójimo todo está bien. Es mi cuerpo, dicen, puedo hacer con él lo que quiera...
Así que mientras no lo haga con una mujer o un hombre casado... no peco.
El problema es que no es así. Todo tiene sus consecuencias. Y la promiscuidad sexual deja una consecuencia vergonzosa, dolorosa, humillante y duradera...

Pasarán años para olvidar esa fea y amarga experiencia...

¿Por qué? Porque lo sexual afecta no solo el cuerpo sino también el alma. La promiscuidad sexual aparenta que podemos hacerlo sin afectar el alma, pero no es así. No podemos quedar inmunes. Los humanos somos tan complejamente psicosomáticos que lo que toca el soma (cuerpo), impacta la psique (alma) también. La egocéntrica frase "mientras no le haga daño a nadie" suena bonita, pero nunca sabremos cuánto y quien saldrá dañado.

Piense en el plan de Dios. Un hombre y una mujer hacen un pacto público con el otro. Queman el puente de vuelta a la casa de mamá. Cae el uno en los brazos del otro bajo el dosel de la bendición de Dios, rodeados por el alto muro de fidelidad. Ambos saben que estarán allí cada mañana cuando se despierten. Ambos saben que irán empatados cuando las arrugas aparezcan y el vigor se debilite.

Cada uno le da al otro privilegios exclusivos solo-para-tus-ojos. Fuera la culpa, fuera la lujuria desenfrenada, fuera la vergüenza. Queda una tierna celebración de permanencia, un momento en que el cuerpo continúa lo que la mente y el alma ya habían comenzado. A esto Dios le llamó: "y estaban Adán y su mujer desnudos y no tenían vergüenza" Este sexo honra a Dios.

El otro no. Es posible que usted piense que sus coqueteos son inofensivos y puede que pasen años antes de que los rayos X revelen el daño interno. No se engañe.

La promiscuidad sexual es una dieta de chocolate: es sabrosa durante un tiempo, pero el desequilibrio puede acabar con usted. El sobrepeso y los triglicéridos le dirán el resultado... El sexo fuera del plan de Dios hiere el alma. El sexo según el plan de Dios la nutre.

Cuídate, le dijo Pablo a su hijo Timoteo. Huye de las pasiones juveniles. Mantente puro. Busca y vive la piedad... El sexo libre sí le importa a Dios. Por eso  Él lo prohibió. No importa si usted no ha leído el mandamiento...


Comentarios

Entradas populares de este blog

LA NIÑERA Y SUS "BUENAS" INTENCIONES... (Parte 1)

DESATADLO Y DEJADLO IR. (Jn. 11:44)

PASAS Y MANZANAS