LA PORNOGRAFIA...

Alguien me expresó este pensamiento: "¿Cuál es la gran importancia de la pornografía? Hay hombres a quienes la pornografía los controla, a mí no. Yo puedo picotear un poco sin que sea una lucha, así que no tengo problema con eso"

Muy bien. Usted me podrá decir todo eso, pero olvida que hay un problema. Y el problema es que un problema trae otro.

La pornografía es robo. Le está robando miradas a mujeres que no le pertenecen. Cuando usted hojea la revista de ropa interior femenina o el canal porno, está cometiendo un hurto mayor.


¡No se engañe! Usted no es tan fuerte como cree. No puede parar cuando quiera. No puede jugar con fuego sin quemarse. Así que no encienda el fósforo. "Porque vergonzoso pecado es la lujuria..." dice Job en 31:11. Y agrega más adelante: "Hice un pacto con mis ojos, de no ver a ninguna doncella"

Solo porque una mujer se vista para provocar no tiene que mirarla. Solo porque aparezcan las fotos no tiene que verlas. No puede evitar que un pájaro vuele sobre su cabeza, pero puede mantenerlo fuera de su hombro. Ponga en práctica la norma de los dos segundos: la próxima vez que vea una revista con fotos sugestivas de mujeres semi desnudas, que en la tele salgan escenas eróticas o en la vitrina de algún almacén aparezca un maniquí con ropa sugestiva, dése dos segundos para volver en sí.  Tiene dos tics del reloj para entrar en razón y cambiar su mirada.

Mañana vivirá los pensamientos que tolere hoy. ¡Ùselos a su favor¡ ¿Quiere un matrimonio más fuerte mañana? Cuide sus ojos hoy. ¿Quiere tener más fe mañana? Medie en la Palabra de Dios hoy. ¿Quiere un futuro libre de culpa? Entonces sature el presente de honestidad.

Usted es lo que piensa... así que escoja bien sus semillas con cuidado...

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