"...y su nodriza lo tomó y huyó, pero sucedió que en su prisa por huir, él se cayó y quedó cojo... (2 Sam. 4:4) Seamos francos: No siempre nuestras buenas inteciones serán buenas al final. Claro, esto no quiere decir que no debemos tener buenas intenciones. Lo que estoy diciendo es que no siempre serán buenas. Sin duda provocaremos algún problema en los demás ya que la Biblia lo dice claramente: Tus mejores intenciones son como trapos de inmundicia... Quizá por eso es que antes de hacer una buena obra, debemos preguntarle al Señor qué es lo que Él quiere hacer para no echar a perder a alguien o algo... En este caso, le hablaré de la nodriza de Mefiboset... La historia es apasionante. Como que fuera una historia sacada de un cuento de hadas. Solo que fue real. Y sigue siendo real. Porque el protagonista principal de esta historia es David, que, en lo general, se trata de Dios. Es Dios vistiéndose de David... Aunque quien paga los platos rotos es el niño Mefiboset... y su niñ...
Bienvenido de vuelta!
ResponderEliminar