CUANDO NOS CANSAMOS...

Le va a parecer raro leer esto, pero debo ser sincero con ustedes. Hay veces que no dan ganas de ir a la Iglesia... ¿cierto? Hay tanto problema, tanto chisme, tanta hipocresía... Dan ganas de quedarse en casa viendo tele...

Así me lo ha expresado alguien. Y tiene razón. Y, ¿sabe qué? a mí también me llegan esos pensamientos. ¡Y eso que soy el pastor!

Pero hay una pregunta que me hago en estas condiciones:

¿Qué pasaría si a alguien que se va al trabajo, su estómago decidiera quedarse en casa, tomarse un descanso? O, ¿qué sucedería si su brazo necesitara un tiempo para poner en órden sus ideas? ¿O si su pie derecho decidiera que le cae mal estar donde usted va y mejor se queda viendo la tele?

Sería un desastre. Estaría prácticamente muerto. Incapacitado... ¿No le parece?

Quizá sería bueno preguntarnos porqué Pablo se refiere a la Iglesia como el Cuerpo de Cristo. Recuerdo sus palabras: "Somos miembros de Su Cuerpo" (Efe. 5:30) y en Colosenses 1:18 dijo: "El (Cristo) es la Cabeza del cuerpo que es la Iglesia"

¿Qué hacemos con estas aseveraciones?

Yo no soy su cuerpo. Usted no es el cuerpo. Nosotros, todos, somos El Cuerpo.  Claro que el cuerpo es frágil. Está expuesto a la enfermedad y a la ruptura. Está expuesto a la envidia, al enojo, la ira y el cansancio.

Por eso es razonable que de pronto usted se sienta cansado de estar en el Cuerpo.  Pero hay algo mucho más importante:

Cada parte es necesario que esté junto para formar el cuerpo. Si el ojo dijera: porque no soy mano no soy del cuerpo... ¿qué pasaría? O si la oreja dijera: Porque no soy pie no tengo nada que hacer en el cuerpo. ¿Qué piensa usted?
Cada parte del cuerpo tiene una función. Solo la oreja no es cuerpo, pero ella es parte del mismo. Aquí está la razón por la que no podemos ni usted ni yo, quedarnos viendo la tele el domingo...

Somos parte del Cuerpo. Somos necesarios para darle forma al Cuerpo. Si usted no llega el domingo al culto, falta algo. El cuerpo está mutilado. Imagínese: vemos a alguien sin un ojo. O sin un pie. O quizá sin una mano...

Eso sería la Iglesia si usted no nos acompaña.

¿Hay algún momento en el que se pueda dejar la Iglesia? Sí. Si el líder está actuando inmoralmente, váyase. Si el pastor está siendo deshonesto, retírese. Si se está abusando del rebaño, busque otro.

Pero si todo está en orden:

Los ojos tienen que ver los problemas. Los estómagos tienen que digerir la situación. Los brazos tienen que librarse de las bacterias. Las manos tienen que aliviar el dolor. Los pies tienen que ir al privilegio. Los labios tienen que expresar las palabras...

¿Qué es usted en el Cuerpo? Piénselo la próxima vez que le venga el cansancio y quiera quedarse en casa el domingo. Nos hará falta. Usted es ese miembro que necesitaremos para sacar adelante el culto...

Comentarios

  1. si pastor, tiene mucha razon en ello. Gracias x este mensaje, se que el Señor nos trae siempre a tiempo la palabra, En lo personal pastor me siento en un dilema ya que yo quiero servir, Dios sabe que anhelo servir en alabanza y en camaras, quisiera tomar esa determinacion, pero con esto del trabajo de los videos, "no hay" fecha ni dia determinados para trabajarlos y pienso que no quiero quedar mal un dia que me toque servir y me digan que voy a ir a trabajar en un video porque me chocarian las dos cosas . y no se como hacer, ya ha pasado tiempo de estar en la iglesia y me gustaria hacerlo.

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