ADULAM...
Hay ocasiones en nuestro caminar que las situaciones extremas nos hacen entrar en pánico...
No estamos preparados para enfrentar momentos difíciles. Nos gustan las cosas fáciles. No nos pongan teoremas porque nos complican la vida. Nuestra alfombra de comodidad nos cobija tan bien que no nos agrada que nos la muevan. Déjennos vivir plácidamente. Queremos un eterno Cancún. Sol, playa y comida... es todo... Queremos vivir en Shangrilá. La tierra de la eterna juventud...
Pero eso es una quimera. Ese paraíso no existe. Lo que si existe es la vida per sé. Tal como la vivimos y la debemos enfrentar. Con sus altos y sus bajos. No hay opción. O vivimos o morimos. Es todo. Punto...
Bien, la historia que hoy quiero compartir es la de David cuando llegó a refugiarse a la cueva de Adulam.
Saúl lo persigue. Quiere matarlo. Querer matar a alguien es cosa seria. Así que David quien ya ha sido ungido por Samuel para ocupar el trono de Israel en lugar de Saúl, está huyendo por todos lados. Agotado y cansado se esconde en esa cueva. La noticia se riega entre las gentes de clase baja. David está en la cueva de Adulam. Y... ¿qué cree que sucede? Un montón de hombres, como unos cuatrocientos van llegando uno a uno. Un endeudado huyendo de los acreedores. Un tramposo en las cartas escondiéndose de los que estafó. Un divorciado. Un pegador de mujeres demandado ante la ley... un drogadicto buscando yerba... y así, cada uno de los cuatrocientos tiene un currículum envidiable. Nadie le gana a nadie. Todos están cortados por la misma tijera... Y David los acoge a todos.
Una pregunta le corroe la mente: ¿Qué voy a hacer con esta gente? ¿Para qué me enviaría Dios a estos fracasados? ¿Será que saldrá algo bueno de estos mediocres de la sociedad? ¡Duro pensamiento! ¿verdad?
Y empieza David a ocupar el tiempo con ellos. Les hace buscar a cada uno un palo y lo convierte en una parodia de espada. Los empieza a entrenar en el uso de la espada. Cada día, cada hora y cada minuto los entrena. No se cuantos días pasaron en la cueva... Pero David no desmaya. Algo hay que hacer para matar el tiempo...
Poco a poco los fracasados que llegaron empiezan a cambiar. Sus cuerpos se ponen ágiles con los movimientos que han aprendido. Sus rostos brillan de emoción. Hay compañerismo, sonrisas, retos y uno que otro palazo en los brazos o piernas a causa del entrenamiento... Pero algo se está gestando:
Son los futuros generales que David pondrá en su ejército cuando sea Rey...
En el Segundo Libro de Samuel, no recuerdo el capítulo, usted encontrará una lista de los treinta valientes de David. Pero, asústese: de los treinta, hubo tres que nunca fueron superados. Lea la historia y se asombrará de lo que David fue capaz de hacer con aquellos que se refugiaron con él en la cueva de Adulam...
Adulam sirve para mucho. Allí David escribió varios salmos. Allí formó su ejércto. Allí aprendió a esperar. Allí aprendió obediencia. Allí aprendió compañerismo. Allí aprendió a ser amigo...
Adulam. Adulam. ¿Está usted en la cueva de Adulam por casualidad? Aproveche para escribir poemas, un libro, leer la Biblia, hacer ejercicio, visitar enfermos, prepararse para cuando lo llamen a ocupar el trono en su trabajo...
Mucho se puede hacer en la Cueva de Adulam. Pruebelo, le va a gustar...
No estamos preparados para enfrentar momentos difíciles. Nos gustan las cosas fáciles. No nos pongan teoremas porque nos complican la vida. Nuestra alfombra de comodidad nos cobija tan bien que no nos agrada que nos la muevan. Déjennos vivir plácidamente. Queremos un eterno Cancún. Sol, playa y comida... es todo... Queremos vivir en Shangrilá. La tierra de la eterna juventud...
Pero eso es una quimera. Ese paraíso no existe. Lo que si existe es la vida per sé. Tal como la vivimos y la debemos enfrentar. Con sus altos y sus bajos. No hay opción. O vivimos o morimos. Es todo. Punto...
Bien, la historia que hoy quiero compartir es la de David cuando llegó a refugiarse a la cueva de Adulam.
Saúl lo persigue. Quiere matarlo. Querer matar a alguien es cosa seria. Así que David quien ya ha sido ungido por Samuel para ocupar el trono de Israel en lugar de Saúl, está huyendo por todos lados. Agotado y cansado se esconde en esa cueva. La noticia se riega entre las gentes de clase baja. David está en la cueva de Adulam. Y... ¿qué cree que sucede? Un montón de hombres, como unos cuatrocientos van llegando uno a uno. Un endeudado huyendo de los acreedores. Un tramposo en las cartas escondiéndose de los que estafó. Un divorciado. Un pegador de mujeres demandado ante la ley... un drogadicto buscando yerba... y así, cada uno de los cuatrocientos tiene un currículum envidiable. Nadie le gana a nadie. Todos están cortados por la misma tijera... Y David los acoge a todos.
Una pregunta le corroe la mente: ¿Qué voy a hacer con esta gente? ¿Para qué me enviaría Dios a estos fracasados? ¿Será que saldrá algo bueno de estos mediocres de la sociedad? ¡Duro pensamiento! ¿verdad?
Y empieza David a ocupar el tiempo con ellos. Les hace buscar a cada uno un palo y lo convierte en una parodia de espada. Los empieza a entrenar en el uso de la espada. Cada día, cada hora y cada minuto los entrena. No se cuantos días pasaron en la cueva... Pero David no desmaya. Algo hay que hacer para matar el tiempo...
Poco a poco los fracasados que llegaron empiezan a cambiar. Sus cuerpos se ponen ágiles con los movimientos que han aprendido. Sus rostos brillan de emoción. Hay compañerismo, sonrisas, retos y uno que otro palazo en los brazos o piernas a causa del entrenamiento... Pero algo se está gestando:
Son los futuros generales que David pondrá en su ejército cuando sea Rey...
En el Segundo Libro de Samuel, no recuerdo el capítulo, usted encontrará una lista de los treinta valientes de David. Pero, asústese: de los treinta, hubo tres que nunca fueron superados. Lea la historia y se asombrará de lo que David fue capaz de hacer con aquellos que se refugiaron con él en la cueva de Adulam...
Adulam sirve para mucho. Allí David escribió varios salmos. Allí formó su ejércto. Allí aprendió a esperar. Allí aprendió obediencia. Allí aprendió compañerismo. Allí aprendió a ser amigo...
Adulam. Adulam. ¿Está usted en la cueva de Adulam por casualidad? Aproveche para escribir poemas, un libro, leer la Biblia, hacer ejercicio, visitar enfermos, prepararse para cuando lo llamen a ocupar el trono en su trabajo...
Mucho se puede hacer en la Cueva de Adulam. Pruebelo, le va a gustar...
PASTOR CARLOS, DIOS BENDIGA SU VIDA...SOY EL PASTOR CESAR REAÑO Y CONJUNTAMENTE CON MI ESPOSA CÉFORA PASTOREAMOS LA IGLESIA ADULAM.
ResponderEliminarESTE RELATO DE LA CUEVA DE ADULAM Y DE LA VIDA DE DAVID ES TREMENDA Y ES LO QUE TODOS DE ALGUNA FORMA U OTRO VIVIMOS LOS QUE LLEGAMOS A CRISTO...LA IGLESIA SE CONVIERTE EN NUESTRO ADULAM.
FUIMOS CONGREGANTES POR UN BUEN TIEMPO EN NEW LIFE AQUI EN LIMA-PERÚ.
UN ABRAZO A LA DISTANCIA PASTOR...
https://www.facebook.com/reanowong