LA MUJER
¿Qué haríamos nosotros sin ellas?
La mujer se sana sola. Llora cuando quiere reir. Ríe cuando está nerviosa. Trabaja días de diez y ocho horas sin quejarse. Es delicada pero fuerte al mismo tiempo. Soporta altas presiones morales. Sabe dar un beso cuando es necesario. Aunque sus manos son delicadas y suaves sabe dar fuerzas cuando estamos cansados. Sabe que sin ella la casa no funciona.
La mujer es un ser especial. Su sola presencia cambia las cosas. Cambia el ámbito donde nos movenos nosotros los hombres. Cuando usted visita una oficina y no hay mujeres... se nota inmediatamente. Encontrará tazas de café en cualquier lugar. Verá basureros llenos de deshechos. Seguramente escuchará chistes subidos de color porque la ausencia de una mujer desenfrena al hombre... En alguna pared verá un almanaque con fotos de mujeres semidesnudas. Seguramente en más de un escritorio verá un cenicero rebosando de pedazos de cigarrillos a medio consumir y llenos de ceniza...
Pero cuando usted entra a una oficina y hay una mujer, las cosas cambian: Verá flores en algún escritorio. Verá pedacitos de papel de colores con letras de párvulo pegados en alguna pared. En el ambiente se respira un aire con olor a perfume. Los chistes subidos de color estarán ausentes. El lenguaje que los demás utilizan será cortés y educado. Seguramente escuchará en el fondo alguna música suave e inspiradora. No habrá carcajadas vulgares sino risas llenas de gozo... Para algún cumpleaños se compartirá no una cerveza sino un pedazo de pastel.
Cuando una mujer está presente todo cambia. Quizá por eso el Señor las hizo tan necesarias en nuestra vida, porque sin ellas no tendríamos colores. No tendríamos un "día del padre", no tendríamos un "feliz cumpleaños", no tendríamos el privilegio de ser padres...
No podríamos ser hombres.
Somos hombres... porque existe la mujer. Dios las bendiga.
La mujer se sana sola. Llora cuando quiere reir. Ríe cuando está nerviosa. Trabaja días de diez y ocho horas sin quejarse. Es delicada pero fuerte al mismo tiempo. Soporta altas presiones morales. Sabe dar un beso cuando es necesario. Aunque sus manos son delicadas y suaves sabe dar fuerzas cuando estamos cansados. Sabe que sin ella la casa no funciona.
La mujer es un ser especial. Su sola presencia cambia las cosas. Cambia el ámbito donde nos movenos nosotros los hombres. Cuando usted visita una oficina y no hay mujeres... se nota inmediatamente. Encontrará tazas de café en cualquier lugar. Verá basureros llenos de deshechos. Seguramente escuchará chistes subidos de color porque la ausencia de una mujer desenfrena al hombre... En alguna pared verá un almanaque con fotos de mujeres semidesnudas. Seguramente en más de un escritorio verá un cenicero rebosando de pedazos de cigarrillos a medio consumir y llenos de ceniza...
Pero cuando usted entra a una oficina y hay una mujer, las cosas cambian: Verá flores en algún escritorio. Verá pedacitos de papel de colores con letras de párvulo pegados en alguna pared. En el ambiente se respira un aire con olor a perfume. Los chistes subidos de color estarán ausentes. El lenguaje que los demás utilizan será cortés y educado. Seguramente escuchará en el fondo alguna música suave e inspiradora. No habrá carcajadas vulgares sino risas llenas de gozo... Para algún cumpleaños se compartirá no una cerveza sino un pedazo de pastel.
Cuando una mujer está presente todo cambia. Quizá por eso el Señor las hizo tan necesarias en nuestra vida, porque sin ellas no tendríamos colores. No tendríamos un "día del padre", no tendríamos un "feliz cumpleaños", no tendríamos el privilegio de ser padres...
No podríamos ser hombres.
Somos hombres... porque existe la mujer. Dios las bendiga.
¡WOW! excellente, no me imaginaba lo importante que soy para mi familia, especialmente para mi esposo y todas las personas que me rodean. Que Dios lo bendiga.
ResponderEliminarYo, su hermananita linda de su corazón.
Que lindo escrito!!!... Gracias por este hermoso recordatorio... Bendiciones mi amado pastor!!!.....
ResponderEliminarCarolina Rivas