LOS MANDAMIENTOS...

El mundo es un sistema de creencias físicas. Entendemos lo que vemos, tocamos y sentimos. Por lo demás, no me hablen de cosas que no entiendo. No soy místico, ni religioso ni espiritual. Soy carne. Soy un cuerpo. Como lo expresó un sabio: "Pienso, luego, existo"...

Pero así como en lo físico tenemos leyes, como por ejemplo la Ley de Newton, la Ley de Clark y la Ley de la gravedad, así en el plano espiritual tenemos leyes espirituales...

Son los mandamientos de la Ley de Dios.

Rompa la ley de la gravedad y sufrirá las consecuencias. Si queda vivo, seguramente lo recogerán en pedazos físicos. Rompa una de las leyes de Dios y si queda vivo... también lo recogerán en pedazos emocionales...  Así de simple.

Los Mandamientos de Dios son las leyes para el alma. El alma es el asiento de la personalidad. Es donde se ubica el carácter, el temperamento, las emociones. Y así como el cuerpo físico necesita ser advertido del peligro de ignorar las leyes físicas, el cuerpo interior necesita ser advertido del peligro de ignorar las leye espirituales...

Pero... ¿Por qué no puedo robar? Porque sencillamente transgredirá una ley espiritual.
¿Por qué no puedo fumar? Porque también transgredirá otra ley espiritual.
¿Por qué no puedo odiar? Por lo mismo.

En la Ley de Dios hay 613 mandamientos. Uno por cada parte del cuerpo humano. Cuando usted cumple uno de ellos, está alimentando una parte de su cuerpo espiritual. Lo está fortaleciendo y le está dando vitaminas para darle vida. Rompa uno de ellos y usted le estará dando muerte. Usted escoje. Aunque usted no es dueño de su vida, tiene una pequeña porción de libre albedrío para decidir vivir o morir. En la eternidad le dirán las consecuencias...

David redujo los mandamientos a once. El Profeta los cortó a tres. Jesús los redujo a dos. Pablo a uno... ¿Por qué? Porque el ser humano no acepta que hay una Ley para el hombre interior. Como buenos herederos del sistema griego, creemos que el hombre nace, crece, se reproduce y muere. Punto. No hay vida después de la muerte. Y eso es precisamente lo que ha hecho que el hombre sea hedonista. Egoísta. Impersonal. Egocentrista. Se ha olvidado que dentro del cuerpo físico vive una persona espiritual que depende de lo espiritual. Así como el físico se alimenta de hamburguesas, el espiritual se alimenta de los mandamientos.

¿Cómo entender que necesito vivificar a mi hombre interior? Fácil: entendiendo que no soy solo estómago. Que no soy solo pies. Que no soy solo carne. Que dentro de mí hay otro que puede llorar. Que puede gemir de dolor y tristeza. Que puede emocionarse cuando veo una puesta de sol hermosa. Cuando veo a una mujer hermosa. Cuando veo un niño lleno de ternura...

Quizá este próximo año usted pueda entender lo que muchos hemos entendido.... Así como hay leyes físicas, también hay leyes espirituales. Se llaman Mandamientos. Mitzvot, en hebreo.

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