RECUERDA BIEN... (Deut. 7:18)
"...no tengas temor de ellas; recuerda bien lo que el SEÑOR tu Dios hizo a Faraón y a todo Egipto:"
Israel está a punto de entrar a la Tierra Prometida. Su periplo por el desierto de cuarenta años ha terminado. Se acabó el maná. Se terminó el calor abrazador. Se terminaron los días de tormentas de arena, caminar sobre dunas secas y ver oasis por el camino...
Lo que sigue es lo verde del follaje. Árboles frutales, cabras manando leche e higueras destilando miel...¡Al fin...! Un descanso en la ruta hacia la libertad. Están en la frontera. Cadis Barnea es el lugar donde ellos están pensando: ¿Podremos vencer a esos gigantes? ¿Podremos ganarles la tierra? ¿Podremos instalarnos en esa tierra que, aunque hermosa, es también hostil? Esas y otras preguntas se están haciendo los israelitas antes de dar el siguiente paso.
A lo lejos se ven los valles y hondonadas. Los cerros verdes y llenos de vida. Atrás está el desierto, adelante está lo hermoso. El agua abundante. La comida fresca. Atras queda el dolor de haber perdido a los seres queridos que se quedaron tirados en la arena por cansancio o incredulidad. Atras quedaron los viejos amores, las ilusiones de aquel matrimonio que no se produjo. Quedaron tiradas las esperanzas que no se realizarn...
Pero hoy es diferente: Están a un paso de entrar a la abundancia. A nuevos amores. A nuevas aventuras. A nuevas esperanzas. En el futuro se ve que hay sombra, hay descanso, hay nuevas relaciones, nuevas promesas...
Pero también hay miedo. Es asombroso como el ser humano se acostumbra a todo. En estos momentos se dan cuenta que aunque el desierto era duro e hinóspito, pero ya se habían acostumbrado a él. Les da miedo dejarlo por lo nuevo aunque sea hermoso. Como la esposa que se acostumbra a los golpes del abusivo de su esposo y le da miedo dejarlo. Como el hombre que se acostumbra al trato insolente de su jefe pero le da miedo buscarse otro trabajo. Como el pastor que se acostumbra a la pobreza y no enseña la prosperidad por miedo a que le dejen las ovejas de su congregación...Como el que vive esclavizado a un vicio y le da miedo ser libre porque cree que no podrá vivir sin él...
Miedo al futuro. Miedo a la incertidumbre. Miedo a lo desconocido...
Y es cuando Dios les dice: Recuerda bien lo que hice en Egipto. Recuerda bie lo que le hice a Faraón. Recuerda cuando te saqué en victoria años atrás. Recuerda bien que te sustenté en el desierto con maná y agua. Recuerda bien que mi nube siempre estuvo sobre ti día y noche. Recuerda bien que nunca se gastaron tus zapatos ni tu ropa. Recuerda bien... recuerda bien... recuerda bien...
Hoy es un buen día para recordar bien. Si el Señor le canceló sus compromisos financieros en Septiembre... también lo hará en Octubre. Si comió el mes pasado... tambien habrá comida hoy. Si ayer disfrutó de un beso, hoy también habrá otro beso. Si ayer estuvo rodeado de amor, hoy también habrá amor... Si ayer no anduvo descalzo... ¿por qué cree que lo hará hoy? Si ayer la abandonaron y la dejaron burlada... hoy puede ser diferente. Si ayer le traicionaron... hoy puede encontrar fidelidad. Si el año pasado tuvo un aborto del bebé que esperaba... pruebe de nuevo, hoy puede ser diferente y pronto lo estará amamantando... Si ayer fracasó en su matrimonio... no tenga miedo, vuelva a enamorarse y podría ser que esta vez sea diferente...
Dicen que recordar es volver a vivir. Dios le dice que recuerde bien. Él es el mismo de ayer y de siempre. Por lo menos esa es mi regla de conducta: vivo por fe. No sé como, pero sé que Dios volverá a hacer lo que hizo a mi favor el mes pasado y no me dejará solo. Sé que este mes también saldré adelante y nunca, lealo bien: nunca seré avergonzado.
Entonces, cruce la frontera entre el ayer y el hoy. Dios estará con usted como lo prometió. A mi nunca me ha fallado... no veo porqué a usted le podría fallar... ¡Adelante entonces...!
Israel está a punto de entrar a la Tierra Prometida. Su periplo por el desierto de cuarenta años ha terminado. Se acabó el maná. Se terminó el calor abrazador. Se terminaron los días de tormentas de arena, caminar sobre dunas secas y ver oasis por el camino...
Lo que sigue es lo verde del follaje. Árboles frutales, cabras manando leche e higueras destilando miel...¡Al fin...! Un descanso en la ruta hacia la libertad. Están en la frontera. Cadis Barnea es el lugar donde ellos están pensando: ¿Podremos vencer a esos gigantes? ¿Podremos ganarles la tierra? ¿Podremos instalarnos en esa tierra que, aunque hermosa, es también hostil? Esas y otras preguntas se están haciendo los israelitas antes de dar el siguiente paso.
A lo lejos se ven los valles y hondonadas. Los cerros verdes y llenos de vida. Atrás está el desierto, adelante está lo hermoso. El agua abundante. La comida fresca. Atras queda el dolor de haber perdido a los seres queridos que se quedaron tirados en la arena por cansancio o incredulidad. Atras quedaron los viejos amores, las ilusiones de aquel matrimonio que no se produjo. Quedaron tiradas las esperanzas que no se realizarn...
Pero hoy es diferente: Están a un paso de entrar a la abundancia. A nuevos amores. A nuevas aventuras. A nuevas esperanzas. En el futuro se ve que hay sombra, hay descanso, hay nuevas relaciones, nuevas promesas...
Pero también hay miedo. Es asombroso como el ser humano se acostumbra a todo. En estos momentos se dan cuenta que aunque el desierto era duro e hinóspito, pero ya se habían acostumbrado a él. Les da miedo dejarlo por lo nuevo aunque sea hermoso. Como la esposa que se acostumbra a los golpes del abusivo de su esposo y le da miedo dejarlo. Como el hombre que se acostumbra al trato insolente de su jefe pero le da miedo buscarse otro trabajo. Como el pastor que se acostumbra a la pobreza y no enseña la prosperidad por miedo a que le dejen las ovejas de su congregación...Como el que vive esclavizado a un vicio y le da miedo ser libre porque cree que no podrá vivir sin él...
Miedo al futuro. Miedo a la incertidumbre. Miedo a lo desconocido...
Y es cuando Dios les dice: Recuerda bien lo que hice en Egipto. Recuerda bie lo que le hice a Faraón. Recuerda cuando te saqué en victoria años atrás. Recuerda bien que te sustenté en el desierto con maná y agua. Recuerda bien que mi nube siempre estuvo sobre ti día y noche. Recuerda bien que nunca se gastaron tus zapatos ni tu ropa. Recuerda bien... recuerda bien... recuerda bien...
Hoy es un buen día para recordar bien. Si el Señor le canceló sus compromisos financieros en Septiembre... también lo hará en Octubre. Si comió el mes pasado... tambien habrá comida hoy. Si ayer disfrutó de un beso, hoy también habrá otro beso. Si ayer estuvo rodeado de amor, hoy también habrá amor... Si ayer no anduvo descalzo... ¿por qué cree que lo hará hoy? Si ayer la abandonaron y la dejaron burlada... hoy puede ser diferente. Si ayer le traicionaron... hoy puede encontrar fidelidad. Si el año pasado tuvo un aborto del bebé que esperaba... pruebe de nuevo, hoy puede ser diferente y pronto lo estará amamantando... Si ayer fracasó en su matrimonio... no tenga miedo, vuelva a enamorarse y podría ser que esta vez sea diferente...
Dicen que recordar es volver a vivir. Dios le dice que recuerde bien. Él es el mismo de ayer y de siempre. Por lo menos esa es mi regla de conducta: vivo por fe. No sé como, pero sé que Dios volverá a hacer lo que hizo a mi favor el mes pasado y no me dejará solo. Sé que este mes también saldré adelante y nunca, lealo bien: nunca seré avergonzado.
Entonces, cruce la frontera entre el ayer y el hoy. Dios estará con usted como lo prometió. A mi nunca me ha fallado... no veo porqué a usted le podría fallar... ¡Adelante entonces...!
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