PRODUCTORES DE FRUTOS...

Por eso les digo que el reino de Dios se les quitará a ustedes y se le entregará a un pueblo que produzca los frutos del reino. (Mat. 21:43 NVI)

Jesús está contando una parábola. La parábola del dueño de la hacienda que regresa despues de un largo viaje para recoger sus frutos de los hombres a quienes se la dejó encargada. Estos, abusivamente, mataron a su emisario. Después les mandó otro pero lo apedrearon. Por último, les envió a su Hijo pensando que por ser el hijo lo respetarían.

Pero también lo mataron. Y el dueño de la hacienda se enojó y fue entonces cuando sentenció lo que usted ha leído en la cita de Mateo.

El reino se les quitará a aquellos que no respondan conforme el grado de confianza que se les brindó y se le dará a un pueblo que rinda los frutos que debe rendir.

Para empezar, mis queridos hermanos cristianos, debemos saber que nada es nuestro. No somos dueños de nada. Solo somos mayordomos. El Verdadero Dueño de todo es el Señor. Él nos ha encargado a nosotros, simples mortales, que administremos Sus riquezas. Pero debemos dar cuenta de lo que hagamos con ellas.
Segundo: Debemos trabajar Su Reino tan diligentemente porque no sabemos la hora ni el día en que vendrá a pedirnos cuentas. Nos tiene que encontrar haciendo Su labor. Nos tiene que encontrar ocupados en cumplir nuestros deberes como mayordomos.

¡Uyyy! ¡Se acabaron los conciertos de Ricky! ¡Se acabaron las telenovelas! ¡Se terminaron los campeonatos de futbol! ¡Se terminaron entonces los carnavales anuales!

¿Por qué tanta exageración? Sencillamente porque el Señor es Celoso de su Reino. Él no nos ha empleado para que trabajemos el tiempo que nosotros decidamos. Quien pone las reglas es Él. Quien ordena los horarios es Él. Quien marca las pautas de conducta es Él. ¿Qué le parece? ¿Estamos entonces trabajando para un patron que se hace de la vista gorda con nuestras indolencias? ¿Estamos empleados por un jefe que no puede controlar a tanto empleado? ¿Podremos burlarnos de nuestro Patrón porque somos muchos? ¡Craso error, mis queridos, craso error!

Pero no hay problema. Si usted cree que el Patrón Eterno es demasiado exagerado, no hay problema... Bueno, no hay problema para Él, porque para usted sí lo habrá. Porque si usted no cumple las expectativas del Dueño... le quitará a usted Su Reino y se lo dará a otro. Y eso sí que dolerá.

Porque pertenecer al Reino de Nuestro Dios significa que: Él se ocupará de cancelar mis deudas. Se ocupará de poner pan en mi mesa todos los días. Se ocupará de vestirme, de darme para mis dulces, de proveerme para mis hijos, de pagar mis recibos mensuales, de cuidar mi salud (enfermo no le sirvo), de mantenerme bien informado de los últimos adelantos electrónicos... por lo tanto, se encargará que yo tenga mi iPhone de última generación, mi iPad para cuidar Su Agenda, mi vehículo en buen estado, mi casa al día y todo lo que yo necesite... para rendir los frutos que Su Reino exige...

Bueno... Pero resulta que usted no desea serle fiel. Usted cree que es demasiado trabajo el que hay que hacer para ser obediente y cumplir sus exigencias... Usted cree que no vale la pena pertenecer a Su Reino ni mucho menos trabajar para Él... Prepárese entonces... Porque usted tendrá que...

Preocuparse de pagar sus deudas. Preocuparse de cancelar sus recibos. Cancelar los servicios y el combustible de su vehículo. Preocuparse por mantener su casa al día. Trabajar duro para llevar el pan a su mesa. Trabajar, trabajar y trabajar... Y, por supuesto, nada de iPhone, iPad ni nada de lujos.

El reino se le quitará y se le dará a otra persona que sí cumpla con las Normas Celestiales...

Entonces... sí hay problema. ¿No cree? Usted decide si produce los frutos del Reino del Señor, o usted decide vivir en su propio reino. Yo, le aconsejaría lo primero. Vale la pena. Él se encargará de todo...

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