DEJA QUE LOS MUERTOS...

Parece muy duro, ¿verdad? Pero nadie nos ha dicho que seguir a Jesús es fácil. Bueno, por lo menos yo no lo creo así, porque sencillamente, si de verdad quiero seguir al Jesús de la Biblia tengo que negarme a muchas cosas. Debo declarar que hay quienes dicen que seguir a Jesús es fácil. Son los que predican y enseñan el evangelio light. Así de sencillo. Si usted peca, pida perdón, siga con su misma vida y siga adelante. Jesús ya perdonó todos los pecados, así que no importa lo que usted haga... su salvación está segura. Bueno, quienes así piensan ni modo, mi obligación es aceptarles aunque no comparto sus ideas liberales y carnales de su evangelio.

 

Viene todo esto a colación por el artículo que usted está leyendo...

 

Este joven quiere seguir a Jesús, el de la Biblia, el radical, el Justo, el Verdadero, el Santo... Pero tiene ciertas ideas con respecto al camino para ir con Jesús. Piensa como muchos de hoy en día y es el motivo de mi comentario arriba descrito. Resulta que su papi no conoce a Jesús, no lo sigue, no cree que Él sea el Mesías ni mucho menos se cree necesitado de ser salvo. En consecuencia está muerto en sus delitos y pecados. Mientras no crea que Jesús es El Señor no tendrá vida. Mientras no confiese que Jesús es El Señor no tiene vida. Mientras no tenga en su corazón a Jesús, no tiene vida. Mientras no viva como Jesús, no tiene vida. Está muerto. Punto.  Pero el jovencito de la historia que Mateo nos cuenta en 8:21 no sabía esto, o no quiso creerlo. Era su papá. Tenía larga vida todavía. Estaba sano y no se estaba muriendo. Aunque estaba muerto, para los demás estaba vivo, por eso el joven quería ir a esperar a que muriera para enterrarlo... Y aquí entra la situación "exagerada" de Jesús...

 

Es mi padre, Jesús. Tú mismo has dicho que debo honrarlo. ¿Por qué entonces no me dejas ir con él a esperar que muera y enterrarlo? ¡Ah! hay que pensar un poquito profundo, investigar en el nivel de las insinuaciones para poder encontrar la respuesta...

 

Jesús le está advirtiendo al joven: Si vas a seguir a tu padre que está muerto, no puedes seguirme a Mi. Si vas a compartir con sus costumbres mundanas, sus costumbres idólatras, si vas a compartir su vida pecadora no puedes seguirme a Mi. Si te dejo ir a visitar a tu padre, te convertirás a sus costumbres, te harás un seguidor de sus ídolos y tendrás que compartir el objeto de su adoración... que no soy Yo. Así que deja que los que están con él, muertos como él lo entierren cuando muera. Deja que los muertos como él, lo acompañen a sus costumbres, a sus dioses, a sus fiestas, a sus vicios... tú no puedes hacerlo desde el momento que dijiste que eras mi discípulo. Mis discípulos, querido joven, que han recibido La Vida, no tienen derecho de compartir con los muertos...

 

¿Qué le parece, mi querido lector? Entonces...¿qué hacemos con las reuniones en donde no son cristianos? ¿Qué hacemos con nuestra familia natural? ¿Qué vamos a hacer cuando ellos nos necesiten? Piense, querido, piense... Dios es Amor y Él sabrá qué responderle en todos esos casos y mucho más...

 

Por lo pronto... si usted ya recibió a Jesús en su corazón y es su discípulo...deje que los muertos entierren a sus muertos y usted... siga a Jesús.