ESTE ES EL DÍA...

Lo que va a leer no es broma. Es Biblia.

Quisiera cambiarle algunas palabritas para no asustarlo pero no puedo. La Escritura lo dice y tiene que ser así. A menos que usted no sea creyente no tiene la obligación de aceptarlo... Pero si ha creído que Jesús es El Señor no tiene para donde agarrar... Porque resulta que Jesús le inspiró a David estas líneas...

Este es el día que hizo el Señor, nos gozaremos y alegraremos en él... Salmo 118:24.

 

¿En este día, pastor? Sí, en este día. Hoy es uno de junio y usted cobró su sueldo ayer, último día de mayo. ¿Alcanzó para todo? ¿Respondió el Señor para cancelar todos los pagos? Posiblemente no. Quizá quedó algo pendiente. Posiblemente no alcanzó para los zapatos que tanto esperó... pero no quedó para eso. Este es el día. ¿Quizás usted ha vuelto del cementerio y sus últimas lágrimas las derramó en el camino de regreso? Este es el día... ¿El otro lado de la cama sigue vacío y no hay con quien compartir el frío de la madrugada? Este es el día. El tráfico está pesado, los amigos se han olvidado de usted, no hubo pastel de cumpleaños, su cónyuge se fue de la casa... Este es el día...

 

El pelo se está cayendo y no volverá más, la fila del banco está interminable, el marcador de gasolina del carro está en la E... Este es el día. Usted fue al médico y la consulta salió más cara de lo que esperaba, la refrigeradora no se pudo llenar como esperaba, la hija se ha tardado demasiado en llegar... Este es el día.

 

Y qué decir de aquellos que están en su lecho de enfermo. De aquellos que no se pueden levantar de su silla de ruedas. De aquellas madres que tienen que trabajar y dejar solos a sus hijos... Este también es el día.

 

Y tenemos que gozarnos en él. Eso dice el salmista. Él mismo pasó ese día. Su hijo enfermó. Él ayunó, no se bañó, se vistió de cilicio, se postró a rogar al Señor que lo sanara. Imploró, esperó y lloró... Pero el Señor no lo sanó. Ese fue su día. Y se gozó, se bañó, se rasuró y comió... Fue su día.

 

¿Y el nuestro? En enero de este año nuestro hijo Dajanny tuvo que irse a Guatemala a buscar nuevo horizonte. Se llevó a su familia a vivir allá. Pero entre su familia iban nuestras nietas. Sabíamos que al estar lejos de nosotros seguramente nos iban a olvidar. Quisimos no creerlo. Pensamos que nos iban a escribir para contarnos sus cosas de niñas. Esperamos y esperamos. Algunos días escribieron, solo algunos. Ya hace días que no lo hacen, no hemos recibido ningún correo de ellas... creemos que llegó nuestro día. Mi esposa y yo solo nos vemos a los ojos tratando de encontrar respuestas, pero no las encontramos... Este es el día que hizo Jehová, nos gozaremos y alegraremos en él...

 

Tal vez a usted como a mi nos hubiera gustado que algunas palabritas fueran cambiadas... Fuera mejor si dijera: el día de fiesta es el día... El día de vacaciones es el día... El día de pago es el día... El día domingo es el día... El día de pizza es el día... pero no, no dice eso...

 

Este es el día incluye todos los días... el día de divorcio. El día del entierro. El día de exámenes. El día de la visita al oncólogo. El día de pagar al banco. El día del embargo...

 

Pero el Señor lo hizo. Y debemos gozarnos y alegrarnos en él... ¿no le parece?