NO ES DE REYES... OH, LEMUEL

Interesante advertencia la que le hace esta reina madre del Proverbio 31 a su hijo, el rey Lemuel. No es de reyes... Lemuel...
Si tan sólo aprendiéramos lo que esta gran señora le enseña a su querido hijo que, aún siendo rey, no tiene la libertad de hacer lo que le venga en gana. Si tan solo, nosotros los ministros-servidores del Señor supiéramos lo que significa tener esta realeza que nos ha sido dada por Misericordia Divina. Porque no somos reyes por nacimiento propio. No pertenecemos a la realeza por genes ancestrales. No somos reyes por haber nacido en cuna de oro. No señores. Pertenecemos a la realeza Divina porque el Señor tuvo a bien en su Infinita Gracia darnos ese estatus. No lo ganamos, nos lo dieron. Antes éramos los más viles, pobres y menesterosos de los hombres... Pobres seres deambulando por el mundo del pecado, viviendo entre las sombras de la muerte, comiendo algarrobas como hijos pródigos, sin herencia ni posesión de ningún valor. ¿Respeto? ¡no lo conocíamos! ¿Riquezas? Sí, peros en deudas. ¿Honor? ¡De dónde...! Sin embargo, nos encontró Cristo quien nos andaba buscando, nos aplicó su Preciosa Sangre y de pronto, de ser parias pasamos a ser reyes. Y sacerdotes... pero, leámoslo bien... para nuestro Dios.
 
Así que, para el desagrado de muchos "grandes siervos" del Señor (que de grande ningún siervo tiene nada, valga la aclaración), el hecho de haber sido nombrado rey y sacerdote no significa que se enseñoreen del pueblo del Señor. No significa que se adueñen del rebaño del Señor. No significa que se hagan señores de las señoras de la congregación. No significa que abandonen a la esposa del estudiante y se consigan otra dentro del rebaño... Todo porque, para los reyes están prohibidas muchas cosas. Eso le dijo esta reina a su hijo, el rey Lemuel...
 
Y ¿qué nos hace pensar que no nos lo dice también a nosotros los pastores de hoy?
 
Porque, si cambiamos la sintaxis y ponemos... No es de pastores, amados, no es de pastores andar coqueteando con el pecado... ¿cómo lo tomaríamos? O, ¿qué le parece esta otra? No es de pastores, señores, no es de pastores beber cerveza, vino ni licor. Molesto, ¿verdad? O quizás esta sentencia: No es de pastores, amados, no es de pastores adulterar... O hablar con palabras blasfemas. O burlarse de otros pastores. O criticar otros ministerios. O dedicarse a hacer dinero a costa de la fe de otros. O edificar grandes reinos personales. O engañar a la gente con un cielo falso...O andar abrazando muy pegaditos a las señoritas de la congregación. O quedarse platicando en la calle con otros pastores mientras la esposa se duerme y ni lo siente llegar... Creo que debiéramos cortar esa página a la Biblia porque tal parece que todo lo que leemos se lo aplicamos al rey Lemuel, menos a nosotros mismos...
 
Somos buenos teólogos, ¿cierto?
 
Así que creo que es buen momento para estudiar y releer el verso de nuevo pero con ojos diferentes. Quizás después de hacerlo ya no se lo apliquemos al rey Lemuel sino que lo hagamos a nosotros mismos...

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

LA NIÑERA Y SUS "BUENAS" INTENCIONES... (Parte 1)

DESATADLO Y DEJADLO IR. (Jn. 11:44)

PASAS Y MANZANAS