MI CASA Y YO...
Una buena parte de cristianos viven engañados. Y, lo peor es que sus pastores no les dicen la verdad. Quizá, con todo respeto, porque ellos mismos están engañados.
Hace un buen tiempo se ha levantado una corriente evangélica que se esmera en que los libros de la Escuela Dominical estén al día. Se esmeran en abrir sus colegios de teología para instruir a sus miembros. Muchos están preocupados en cómo mejorar sus propios centros de educación básica para sus jóvenes. Contratan a los mejores maestros de educación para brindar una buena formación intelectual a sus alumnos. Compiten entre sí para ver quién tiene más alumnos. Compiten para ganar el codiciado "tipo A" que el Ministerio de Educación le da solo a aquellos que llenan sus requisitos. En fin, la Iglesia se ha convertido en lo que nunca se debió convertir.
Es decir, sus miembros están llenos de información... pero poca transformación. La Iglesia está más ocupada en enseñar idiomas que en enseñar la Palabra de Dios. Está muy ocupada en enseñar cómo hacer más dinero que en enseñar cómo vivir en santidad. Esas dos palabras no se funden en una. Sus líderes están llenos de información sobre los temas de actualidad. Política. Finanzas. Seminarios de iglecrecimiento. Congresos de música para recaudar más dinero pero no para enseñar a que sean santos... ¡Por favor, pastor...! No se meta con nuestra música...
Y la verdad es que Jesús no fue eso lo que nos dejó ordenado. Equivocamos el rumbo. Perdimos el norte. Nos hemos vuelto muy intelectuales del evangelio. Pero carnales. Adúlteros y pecadores sentados en las sillas de las iglesias... Todo porque no se está enseñando la Verdad de la Palabra de Dios.
Ya no se le llama pecado al pecado. Ahora la Iglesia se ha modernizado en su enfoque. Hoy, el hombre tiene problemas de adaptación. No es que sea rebelde. Hoy la gente no es fornicaria, solo están saciando una necesidad biológica. Hoy los jóvenes pueden escoger a sus íconos entre los artistas del momento, ellos necesitan encontrarse con ellos mismos, déjelos, pastor. Ya no se les enseña a imitar a Pablo como nos lo recomendó. Es mejor y más fácil imitar a los cantantes modernos. Las niñas pueden abortar, eso no es asesinato, es liberarse de un "problema"... Pueden escoger a su pareja, eso no es homosexualismo, es libertad de género. Cualquier hombre puede tener dos mujeres... mientras tenga el dinero suficiente para mantenerlas. Al fin y al cabo eso no es adulterio... se ha redefinido esa situación. Si hacen sus fiestas pueden tomarse un par de copas, no más por favor... No se emborrachen...
El pueblo de Dios está lleno de información. Pero no hay transformación. El Evangelio de Cristo se ha suplantado por el evangelio de los hombres. Necesitamos nuestros templos llenos, para eso los agrandamos cada vez más. Para que se llenen de gente, aunque estén vacíos de la Presencia Divina.
Información bíblica. Información teológica. Información sobre el fin del mundo... pero poca transformación.
¡Qué molesto!... ¿verdad hermanos? Creo que así le dijeron a alguien en el tiempo antiguo... y no le quedó más que responder: Mi casa y yo serviremos a Jehová...
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