¿CÓMO ANDAMOS...?

En esto sabemos que estamos en El. El que dice que permanece en El, debe andar como El anduvo. 1 Juan 2:5-6
 
 Parece claro, ¿no creen? Juan dice que si decimos estar en Cristo, debemos andar como anduvo  Él.
 Ya sabes lo que viene. ¿Cuáles fueron las reglas de vida de Jesús? Si vas a decir que le sigues, entonces debes seguirlo. Aparentemente Juan no pensaba que seguirlo implicaba algún tipo de imitación del estilo general de vida que Jesús podría haber adoptado en el mundo moderno. Aparentemente a Juan no le preocupaba la relevancia de la cultura. Juan se preocupaba sobre patrones de obediencia particulares y específicos. Nos dice que la manifestación que somos discípulos será evidente en nuestras vidas porque observaremos las mismas cosas que observó Jesús. ¿Hacemos una lista?

Vaya y lea el evangelio de nuevo. Cada vez que vea a Jesús manifestando comportamiento, pregúntese si esa acción también representa su vida. ¡No lo espiritualice! Juan no sugiere que caminar significa caminar en la misma dirección general. Juan dice que debemos hacer lo que hizo Jesús. Así que podríamos comenzar con las acciones de Jesús en cuanto a la adoración. ¡Ups! Mejor nos saltamos esa porque la práctica de Jesús era de asistir a una sinagoga y participar en un servicio de adoración con raíces en el tabernáculo y el templo. Quizás debamos comenzar con Sus acciones dentro de la comunidad. Bueno, quizás no. Parece que Jesús constantemente ponía a los demás antes de Sus propias necesidades. Parece como si El hubiese actuado sin preocupaciones personales. Parece que El abrazó todos los géneros y variedades étnicas y todos los enemigos como iguales. Mejor avancemos. Quizás nos comemos un par de pupusas de chicharrón con queso con un refresco para pensar en esto. Oh, esto tampoco funciona.  Jesús no se preocupó por la comida.

O tal vez Juan se equivocó. Quizás se olvidó de la gracia. Bajo la gracia, no debemos prestar atención a la obediencia ¿no es así? A fin de cuentas, somos libres. Podemos adorar a Dios de cualquier manera que deseemos hacerlo, ¿no es cierto? Podemos cantarle al Padre lo que se nos ocurra: regeei, rock, salsa, tango y mambo... Podemos vivir la clase de vida que deseamos, siempre y cuando sea correcto lo que hagamos ¿cierto? No tenemos que ser judíos. Solo porque Juan y Pablo y Santiago y Mateo y un gran número de discípulos del primer siglo hicieron lo que hizo Jesús no quiere decir que nosotros tengamos que hacerlo, ¿correcto? Eso es lo que nos han enseñado los maestros de la nueva teología... Y nosotros, muy cómodamente les creemos.

¿Alguna vez se ha preguntado por qué anulamos el principio de amor más allá de las acciones de obediencia? ¿Qué sabían los apóstoles de Cristo de las presiones de la vida de hoy? Ellos vivieron en el primer siglo pero nosotros estamos expuestos a cosas diferentes... ¿verdad? Parecen creer que la manera en que caminó Jesús es la manera en que debemos caminar, pero ¿y ellos que saben? No tenían que lidiar con las presiones que nosotros enfrentamos, ¿o sí? ¿No eran sus vidas mucho más sencillas? A fin de cuentas, solo eran cosas de vida o muerte para ellos. No tenían que lidiar con el tráfico. Ni con semáforos en rojo. Ni con choferes abusivos. Ni con las prisas del siglo veintiuno... Pensamos que si Jesús viviera en nuestros tiempos viviría como nosotros... ¿No cree?

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