ALGO EN QUÉ PENSAR...

Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento. Oseas 4:6

 

¿Con cuanta frecuencia has escuchado este verso como una plegaria para diligencia renovada hacia las cosas de Dios? La cita se sigue usualmente con una enumeración de la carencia de estudio bíblico, asistencia eclesiástica, devoción cotidiana y algunos otros elementos carentes en nuestra búsqueda de la comprensión de los caminos de Dios. ¿Pero qué tal si este versículo en verdad no dice nada sobre la escasez de información divina? ¿Qué tal si se trata de algo que no tiene nada que ver con cognición mental? ¿Cambiaría esto nuestras acciones?

¿Por qué se destruye el pueblo de Dios? Es porque carece una relación íntima y funcional con El. Tienen mucha información, pero carecen del deseo de aplicarla. Hubiésemos visto esto inmediatamente si tan solo continuásemos leyendo el resto del versículo. "Por cuanto tú has rechazado el conocimiento, yo también te rechazaré para que no seas mi sacerdote; como has olvidado la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos." ¿Qué significa no tener conocimiento? Significa olvidar las instrucciones de Dios. El conocimiento de Dios es la aplicación práctica de Su Palabra. El pueblo que El rechaza, el que olvida, es el que ya no practican Sus mandamientos. No carecen de liturgias, rituales ni teologías sistemáticas. Carecen compasión, misericordia y perdón. ¿No suena esto como algo que Jesús dijo sobre las cosas de peso?

Es importante citar a Oseas, especialmente hoy. Pero nunca debemos creer que este versículo de Oseas tenga que ver con estudio bíblico, sermones o escuela dominical. Nunca debemos pensar que Oseas nos dice que regresemos a la universidad, que estudiemos más ni adquiramos otro título teológico. Dios habla por medio de Oseas llamando a Su pueblo a la acción. ¡HAZ LO QUE TE DIGO! Eso es lo que significa tener conocimiento.

Ahora vemos con facilidad cuanto sabemos. Solo mira nuestras acciones. ¿Estamos en conformidad a las direcciones de Dios? ¿Compartimos Sus preocupaciones?  ¿Qué comes? ¿Cuáles fiestas celebras? ¿Qué das a Su reino? ¿Cómo interactúas con su pueblo? ¿Cómo tratas a tus enemigos?

Dicho sea de paso, solo en caso que no hayas leído cuidadosamente el resto del versículo, ¿notaste cual es el resultado de la falta de conocimiento? Las personas ya no sirven como sacerdotes. No puedes cumplir la misión de Dios en este mundo si no vives según Sus direcciones. Puedes, claro, hacer muchos trabajos nobles, maravillosos, iluminados, y altruistas, pero serán inútiles para Dios. Puedes ganar el Premio Nobel de la Paz o las alabanzas de tu iglesia, pero Dios tendrá que olvidarte. Verás, solo existe una manera de serle útil a Dios y esa es hacer las cosas a Su manera. Por eso es que el conocimiento es aplicación práctica. Se manifiesta en la manera en que vivimos, nos movemos, y tenemos nuestro ser. No es lo que está en mi mente. Es lo que yace en mis manos.

Un buen tema para pensar seriamente... ¿no es verdad? Así que cuando vayas a la Iglesia al próximo servicio piensa bien cómo vas a salir de allí. ¿Informado o transformado?