NO TE HUNDIRÁS...

 Pero cuando sintió la fuerza del viento, tuvo miedo. Allí mismo empezó a hundirse, y gritó: –¡Señor, sálvame! Entonces Jesús extendió su brazo, agarró a Pedro y le dijo: ¿Por qué dudaste? "Mateo 14

A veces nos vemos en la vida en medio del mar navegando mientras la barca de nuestra vida es golpeada por las olas y el viento nos quiere llevar a la deriva. De pronto aparece Jesús caminando sobre el agua tratando de calmar nuestra angustia, diciéndonos que confiemos en Él, pero... ¿es fácil confiar en Él cuando el agua nos está llegando al cuello? Seamos sinceros y se encontrará respondiendo... ¡no! no es fácil. Y todo porque, como Pedro, cuando vemos la tormenta que nos está amenazando perdemos de vista a Jesús. El problema entonces, somos nosotros. Y es que al vernos indefensos contra fuertes vientos y contra fuertes olas no podemos hacer mas nada que temer, nuestra naturaleza humana nos traiciona y hace que sintamos la angustia de que podemos morir, pero en esos momentos siempre aparece nuestro Señor y junto con El las palabras adecuadas.

Pero no todo queda allí, sino que al ver que es nuestro Señor quien viene caminando sobre las aguas, es decir, a acompañarnos en nuestro periplo de fe, debemos estar seguros que si Él está con nosotros... ¿quién estará contra nosotros? ¿Cuántos de nosotros en momentos tremendos de fe hemos caminado sobre aguas?, y es que en algún momento de nuestra vida cristiana hemos caminado sobre las aguas difíciles que la vida nos trae, hemos dado pasos que jamás creímos que daríamos, pero que por la seguridad de que El Señor está con nosotros hemos caminado derecho hacia donde El está esperando que ganemos esa batalla de duda.

Pueda que en este momento estés caminando sobre aguas difíciles, sientes como tus rodillas se mojan y como cada momento las aguas parecieran que te hundirán, mas sin embargo hasta este momento no te has hundido... Y tampoco lo harás. Por una sencilla razón: Jesús, como a Pedro, no te dejará hundirte. No te dejará solo. Quizá tu fe en el Señor y en su Palabra te ha hecho mantenerte firme sobre las aguas de la vida sin hundirte, pero no significa que en algún momento tu fe no se tambaleara. A lo mejor hoy es ese día. De pronto después de dar varios pasos sobre el agua has sentido la fuerza del viento y tuviste miedo, eso ha provocado que poco a poco te vayas hundiendo a tal punto de que el agua casi te cubre, y quizá ya comenzaste a dar gritos como lo hizo Pedro.  En ese mismo instante Dios extiende su brazo y te toma y no deja que te hundas, jamás dejara que te hundas y eso tienes que comprenderlo, puede ser que los vientos sean tan fuertes que pareciera que te harán caer y hundirte, puede ser que las olas te golpeen con mucha fuerza, pero aun con todo eso en contra, Dios no te dejará. ¡Sigue caminando sobre las aguas! no te detengas, pese a cualquier cosa sigue con dirección al Señor, no permitas que el viento y las olas te eviten cumplir el propósito para el cual Dios te llamó, no te des por vencido, lucha y se valiente... Él estará contigo como le dijo a Josué... Solo esfuérzate en creer. Eso es todo.

 

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