LOS AMIGOS
En estos tiempos en que la globalización está alcanzado niveles que nunca antes habíamos observado, también hemos de notar que la amistad cada vez se vuelve más escasa. Digo, la amistad sincera. La de los verdaderos amigos. Esos que están todo el tiempo, los que, como dice la canción, aparecen el día que te estas cambiando de casa... La verdadera amistad se está acabando. Y no hablo de los cuates de fin de semana. Esos aparecen cuando hay vicios, licor y mujeres. Ellos no ayudan en nada, al contrario, nos hacen daño. Por lo menos a mis sesentidos años he aprendido que esa clase de amigos no me ayudan en nada. Yo hablo de los verdaderos. Los que, aunque me vean feo siempre me siguen amando. Hablo de los que aprenden de mis errores sin criticarme. De los que me permiten ser como soy, sin ambages ni ocultar nada. Que me permiten vivir sin hipocresías, sin falsa santidad. Los que cuando estoy en necesidad de que me den una mano la suya está allí... Como Jesús, pues.
Esos son los verdaderos amigos.
Aunque he tratado de ser esa clase de amigos para muchos hermanos pastores, ellos no me lo permiten. He escrito un libro que titulé "El Invierno de los Pastores" dedicado precisamente a aquellos siervos y siervas que se sienten abandonados, que no tienen un verdadero amigo que les comprenda, que les escuche en sus cuitas y que les ayude a resolver sus asuntos sin inmiscuirse más allá de lo que ellos quieren expresar...pero... ¿sabe qué? Me han rechazado. No me aceptan como su amigo. Y les comprendo. Sé qué hay detrás de ese rechazo. Es miedo. Miedo a tener amigos. Miedo a abrir su corazón y mostrar sus debilidades y conflictos como los que tuvo nuestro hermano Pablo, el de Tarso. O nuestro buen amigo Elías, el Profeta de fuego. O el pescador Pedro. A diferencia de la Biblia que muestra no solo las virtudes sino también los defectos de sus héroes, mis amigos pastores no quieren mostrarse como son por temor a ser denunciados a sus superiores... Por eso les entiendo. Leen mi libro, les gusta, les inspira y me lo comentan. Pero cuando se trata de tomarnos un café y platicar de todo menos de la biblia, ya no se atreven. Tienen miedo a ser traicionados. Abundan tanto a su alrededor los Judas que creen que en medio de todos no exista alguien con un corazón limpio y tierno como el de Jesús...
Quizá este próximo año que empezará muy pronto podamos ser verdaderamente amigos. A la manera de nuestro Tierno y Amado Espíritu Santo... Hay que tener presente que los buenos amigos te dan espacio para equivocarte, aprender tus lecciones y vivir tu proceso. No desaparecen de tu vista.
Comentarios
Publicar un comentario