EL CHIVO EXPIATORIO

 Isaías 53:11 Debido a la angustia de su alma,
         El lo verá y quedará satisfecho.
         Por su conocimiento, el Justo,
         mi Siervo, justificará a muchos,
         y cargará las iniquidades de ellos.

Los creyentes, al leer este pasaje lo aplicamos como una profecía acerca de Jesús, pero es más que eso.  Este versículo no sólo se trata de  nuestro Señor. También se trata de nosotros, los llamados a ser semejantes a él.  Por supuesto, no vamos a tener ni la fuerza ni el poder en el sentido forense de eliminar su culpa delante de Dios. Sólo Dios manifestado en la carne, puede hacer eso. ¿Quiere ser como Jesús? ¿Quiere tomar sobre usted mismo su reto de convertirse en su representante en este mundo hostil? ¿Está dispuesto a morir todos los días a las seducciones de la cultura y tomar la cruz? Entonces usted tendrá que soportar las maldades de los demás. Todo pecador necesita un chivo expiatorio. Todo hombre sabe que debe quitarse la culpa. ¿Está dispuesto a ser eso?  Creer es sufrir por los pecados de los demás. No es de extrañar que el mundo no puede entender las acciones del pueblo de Dios.

La figura del chivo expiatorio está en el Antiguo Pacto. El sacerdote recibía del pueblo dos chivos. Uno, para presentarlo al Señor en holocausto. Al otro, el expiatorio, le imponía la manos y hacía la oración expiatoria: "Pongo sobre ti los pecados del pueblo para que el Señor los perdone y estemos libres de culpa..." lo enviaban al desierto llevado por un hombre escogido para esa ocasión y lo despeñaba en el precipicio Azazel. Todo esto, por supuesto, lo cumplió Jesús en el Monte Calvario cuando fue crucificado por nuestros pecados...

Pero, hoy, somos nosotros los chivos expiatorios... ¿Acaso el jefe, cuando comete un error, no se lo achaca a usted? ¿Acaso cuando reintegran la Renta anual a usted no se la retienen? ¿Acaso su recibo de luz no llega recargado sin explicación alguna? ¿No es a usted a quien no le dan el vuelto cuando paga el pasaje en el microbús?  ¿No es al cristiano a quien le obligan a hacer fila y que cumpla todos los requisitos? Cuando van a recortar personal... ¿No es el cristiano el primero en ser despedido? ¿Acaso, cuando su pareja se enoja no lo acusa a usted de ser el culpable? ¡Y tiene que guardar silencio!... Los chivos expiatorios de hoy somos los que queremos vivir en santidad. Ya lo dijo Jesús: El que quiera vivir en santidad sufrirá persecución.

Pero no nos desesperemos... Así como Jesús fue levantado después de ser humillado, así nosotros, si soportamos hasta el final, como dice Apocalipsis, recibiremos nuestro galardón. Mientras tanto, no claudiquemos. Sigamos dando ejemplo de humildad... aunque duela, aunque lloremos, aunque suframos. De todas maneras, nunca seremos lo que fue Jesús: El Verdadero Chivo Expiatorio por nuestros delitos y pecados.

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