TAN CERCA, TAN LEJOS
Jonás 1:1-3 Fue enviado a Nínive para que llevara un mensaje que les iba a cambiar la vida a aquellos habitantes paganos y malcriados. Fue escogido por pura Gracia para ser un servidor de Dios y que fuera un fiel mensajero del Reino para beneficio de aquellas gentes. Dios le habló personalmente. No por medio de profetas ni por agoreros. No. Le habló cara a cara y las instrucciones fueron claras. No había por donde equivocarse: Ve a Nínive y diles que Yo acabaré con ellos si no se arrepienten. Y Jonás lo escuchó bien fuerte y claro. Sus órdenes fueron pragmáticas. No le preguntaron si quería ir. Tampoco le preguntaron si le gustaría ir. Mucho menos le preguntaron su opinión al respecto. Así es Dios. Un día, hace ya unos treintiseis años, estaba yo trabajando en una empresa de químicos en Guatemala. Ganaba un salario, para aquella época, muy bueno. Vivíamos solos con mi esposa y teníamos suficiente para sembrar, disfrutar y mantener...