VAYAN A MI VIÑA
Mateo 20:4 “Id también vosotros a mi viña…” Advertencia: Este artículo puede herir susceptibilidades ministeriales. Si usted es alérgico a ciertas frases, se recomienda no leerlo. Y dice que es pastor. Y qué se cree, ¿apóstol? ¿Quién le dijo que es maestro, o pastor, o evangelista? Y a éste, ¿quién lo llamó? Son las frases que se escuchan en el mundo ministerial al que pertenezco por misericordia del Señor. Cuando el Señor de la viña le dijo a los hombres que estaban en la plaza sin hacer nada, según la paràbola de Mateo 20, no se nos dice a qué sector de la viña los envió. Quizá porque no nos importa saberlo. Suficiente que lo sepan los llamados. Es algo estrictamente personal e íntimo. Todos sabemos que en una viña hay mucho que hacer. Desyerbar, podar, resembrar. cosechar, calzar los brotes nuevos; en fin, hay mucho que hacer. Y cuando el Señor de la viña los envió a trabajar a su finca indudablemente ya dentro de ella, les asignó a cada obrero una parte ...