AMIGOS
Lucas 22:47 “y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba delante de ellos, y se acercó a Jesús para besarle. Pero Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?” En la calma infinita de la tarde, sobre la pradera verde como una esmeralda que brillaba a la luz de la pálida luna, a la cual los montes que los rodeaban le formaban uno como borde ideal de un manto desgarrado, la luna vertía su luz, como en el cáliz profundo de una flor mortuoria… Como un manto que cubría al grupo de hombres que esperaban el desenlace de una antigua profecía, iluminado de súbito por el resplandor de las estrellas que hicieron su aparición tímidamente en el firmamento oscuro de esa lóbrega noche, aparecía en el esplendor profundo de los cielos luminosos el presagio de un final que anunciaba la traición. El discípulo que había comido con Èl, el discípulo que había hecho milagros en Su nombre, el que había sanado a otros, él mismo no estaba sano. De su interior hab...