NUESTROS JOVENES
Moisés le ha dicho al pueblo de Israel que Dios les entregará la Tierra Prometida, que vayan y la tomen. Dios vencerá a sus enemigos. No importa què tan grandes o poderosos sean, nunca serán lo suficientemente grandes delante del Dios Todopoderoso. Pero, ¿què hicieron los príncipes? Se quisieron convencer con sus ojos que lo que Dios había dicho era verdad. No le creyeron. Enviaron una embajada de espías para ver la tierra, sus gentes y sus frutos. Cuando regresaron al campamento trajeron las noticias y las pruebas. Cierto, hay frutos grandes y hermosos. Pero también hay gigantes. Esto desilusionó al pueblo y se pusieron a llorar. Dios se enoja contra ellos y los hace regresar al desierto por cuarenta años para cobrarles su incredulidad. Esos espías dañaron toda una generación. Su informe los desilusionó y les hizo perder la fe en Dios y en ellos mismos. Solo dos le creyeron. Josué y Caleb. Hoy pasa lo mismo. El estrés que están viviendo nuestros jóvenes les está llevand...