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Mostrando entradas de octubre, 2024

VENGAN Y VEAN

“Lucas 7:19-22   “Y llamando Juan a dos de sus discípulos, los envió al Señor, diciendo: ¿Eres tú el que ha de venir, o esperamos a otro? Cuando los hombres llegaron a Él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, diciendo: «¿Eres tú el que ha de venir, o esperamos a otro?».   En esa misma hora curó a muchos de enfermedades y aflicciones, y malos espíritus, y a muchos ciegos les dio la vista.   Y respondiendo Él, les dijo: Id y contad a Juan lo que habéis visto y oído” Bueno, mis amigos: una cosa es decir y otra es hacer. Esto que hace Jesús, para muchos de nosotros no tiene mucho sentido ya que los discípulos de Juan llegan a preguntarle si él era el Mesías que estaban esperando o quizá era otro el que llegaría a su pueblo. Lo curioso de este segmento de la Escritura es que para nuestra mente latina las cosas no están muy claras desde el momento en que Jesús no responde como lo haríamos nosotros: con si o un no. Así de sencillo.  Pero, como digo muchas veces, Jesús ni es sa

MIREN SI SOMOS INGRATOS

  Proverbios 22:6 “Enseña al niño el camino en que debe andar…” Me sorprendió mucho lo que vi hace poco en un restaurante. Como ahora es permitido que en ciertos lugares se acepten el ingreso de mascotas y porque eso ha abierto la oportunidad de muchas personas de comprarse una de su agrado, no fue raro que en ese restaurante entrara una familia compuesta por el padre, la madre, el hijo pequeño de ambos y su mascota. Para mi, que soy de la vieja escuela, me pareció un poco fuera de lugar que en un lugar de comida se permitiera eso, pero ni modo, las modas mandan o las exigencias de los clientes. Y como el axioma es que “el cliente manda”, hay que permitirlo.  Pero no me sorprendió tanto ver entrar a esa familia con un perro amarrado a su correa y que cuando se sentaron todos, noté que el padre de familia le hizo una seña a su perro de un buen tamaño y de una raza muy conocida por su obediencia a que se sentara a sus pies.  Algo digno de aplauso. El perro, obedientemente se sent

ANANÍAS Y SAFIRA

  Hechos 5:3  “Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón para mentir al Espíritu Santo, y quedarte con parte del precio del terreno?” Estamos en los inicios del nacimiento de la Iglesia de Cristo. Según los apóstoles que nos cuentan la historia en el libro de Hechos, la convicción de un nuevo estilo de vida cristiano ha estado haciendo impacto en la vida de aquellos que han entrado a poseer el Reino de Dios inaugurado por Jesucristo. Se ha despertado entonces un sentimiento de solidaridad que antes de ese ambiente no se había conocido. El amor de Dios derramado en la vida de aquellos que estaban siendo enseñados en un nuevo estilo de vida ha nacido un deseo urgente de que nadie de ellos pase necesidad. Empezó un nuevo y raro estilo de vida. Ha llegado la Luz a la vida de los que estaban en oscuridad. Ha llegado un sentido de vivir ya no solo para sí mismos sino para los demás. Jesús se ha ido a su Lugar en el Cielo junto al Padre, pero ha enviado al Otro, al Consolador para