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Mostrando entradas de diciembre, 2018

NO TEMAS

Gènesis 46:3 “Y El dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas…” Es cierto. Todos tenemos temores. Todos tenemos miedos. El futuro es algo que siempre le ha inquietado al ser humano. ¿Seguiremos sanos el próximo año? ¿Tendremos lo suficiente para pasarla bien? ¿Habrà salud en nuestros cuerpos y en nuestra familia? ¿Tendremos el pago de los compromisos que hemos adquirido? ¿Tendremos trabajo…? Estas y muchas preguntas más inquietan nuestras vidas. Y es que cada principio de año siempre vienen a la mente estas interrogantes que nos hunden el estómago, nos hacen entrar en una vorágine de dudas y aflicciones imaginarias.  No se asusten ni se avergüencen, queridos lectores de esta columna. Es normal. Vivimos en un mundo de aflicciones. Jesus nos lo advirtió. Vivimos en un mundo lleno de sorpresas que de la noche a la mañana nuestra vida puede sufrir cambios drásticos. Un desempleo. Un cáncer terminal. Un hijo no esperado. Una deuda olvidada. Un amigo que nos traici...

Y... UNA PREGUNTA PARA CAÌN

                                             Gènesis 4:9 “Entonces el SEÑOR dijo a Caín: ¿Dónde está tu hermano Abel? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guardián de mi hermano?” Dios siempre nos pregunta por algo o por alguien. No lo dudemos. Tenemos que darle cuenta de lo que hagamos. Bien o mal. Y esto es para todos. Cristianos o no.  Creyentes o incrédulos.  Soy guatemalteco. Hace unos veinte y pico de años que vinimos con mi esposa a este paìs por instrucciones del Señor a ejercer un ministerio de ayuda a matrimonios. Empezamos a buscar una congregación para escuchar la Palabra del Señor como cualquier cristiano que sabe que no debe dejar de congregarse. Visitamos varias Iglesias y en ninguna de ellas el Señor nos confirmó que debíamos quedarnos para ser miembros. En algunas porque ni caso nos hicieron. En otras porque los pastores no se interesar...

UNA PREGUNTA PARA EVA

Gènesis 3:13 “Entonces el SEÑOR Dios dijo a la mujer: ¿Qué es esto que has hecho?” El bosque de sauce iba poco a poco siendo invadido por el silencio y las tinieblas.  El cielo, antes de un azul clarísimo, se había tornado en gris a la llegada de las primeras sombras de la tarde. Cesaban en los árboles los estremecimientos de alas y en el bosque el rumor de los insectos.  El agua murmuradora corría besando la grama y gasas inmaculadas tendían sus plumas lucientes en los aros del crepúsculo… Allí estaba Eva. Sentada en un banco de piedra, a la sombra de un gran tronco ennegrecido y desnudo, que semejaba en la sombra naciente una de esas grandes estatuas de basalto, en las que el arte Divino perpetuó sus obras eternas, la mujer se notaba triste y preocupada mirando el horizonte que iba haciéndose negro por momentos. El pecado había mordido su alma. La serpiente había logrado su propósito: alejarlos de su Dios. Y ahora Dios le hace la temida pregunta. Después d...